"Yo soy la esperanza que viene a buscarte,
A darle un consuelo a tu corazón,
Y ver si es posible hacer que en tus ruinas
Florezca de nuevo alguna ilusión".
Cuando estas palabras que dijo tu boca,
Llegaron al fondo de mi reflexión,
Cayó de rodillas, vencido, mi orgullo
Y todas mis c**pas, gritaron: perdón...!
Era un ciego
Y ese torpe lazarillo,
Que me guiaba,
Se llamaba corazón.
Fue por eso mi caída,
El derrumbe de mi vida,
Y para más herejía
La inconstancia con tu amor.
Era un ciego
En mi afán de veinte años,
Y mis c**pas
Se llamaban ansiedad.
Ansiedad que mis amores
Fueran muchas, muchas flores,
Y encontré sólo rigores
En lugar de mi ansiedad.
Has hecho el milagro de alzarme del fango,
Has vuelto a mis ojos de nuevo la luz,
Y en calma mi vida, la fe se despierta
En ansias tranquilas de hogar y quietud.
Llegaron a tiempo tus manos de santa,
Tus besos de novia, tu voz de mujer,
Me siento más bueno, más hombre que nunca
Capaz de ser digno, capaz de querer.
A darle un consuelo a tu corazón,
Y ver si es posible hacer que en tus ruinas
Florezca de nuevo alguna ilusión".
Cuando estas palabras que dijo tu boca,
Llegaron al fondo de mi reflexión,
Cayó de rodillas, vencido, mi orgullo
Y todas mis c**pas, gritaron: perdón...!
Era un ciego
Y ese torpe lazarillo,
Que me guiaba,
Se llamaba corazón.
Fue por eso mi caída,
El derrumbe de mi vida,
Y para más herejía
La inconstancia con tu amor.
Era un ciego
En mi afán de veinte años,
Y mis c**pas
Se llamaban ansiedad.
Ansiedad que mis amores
Fueran muchas, muchas flores,
Y encontré sólo rigores
En lugar de mi ansiedad.
Has hecho el milagro de alzarme del fango,
Has vuelto a mis ojos de nuevo la luz,
Y en calma mi vida, la fe se despierta
En ansias tranquilas de hogar y quietud.
Llegaron a tiempo tus manos de santa,
Tus besos de novia, tu voz de mujer,
Me siento más bueno, más hombre que nunca
Capaz de ser digno, capaz de querer.