Piedra libre al pibe aquel que se esconde atrás de un vaso
y no se dejar ser como es.
No aguanta la lucidez de sus miedos, sus fracasos.
Un vino largo, y ahí se ve.
Más contento, más tranquilo,
más atento a sus sentidos.
Conectado a sus instintos
y no a lo que otros ven.
Barco hundido a esa princesa que se come la cabeza
por estudiar y progresar,
pero mira de reojo como se le escapan
momentos de disfrutar.
Así andamos muchos, pasando la vida,
sabiendo que el tiempo no va a regresar,
pudiendo hacer poco y esperando mucho.
Cuántas ganas de cambiar esto...
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
Jaque mate a ese chabón que sigue con su pareja,
aunque no la aguanta más.
No hay nada, en este planeta, que le dé más miedo
que encontrarse en soledad.
Y se queda atado, resignó sus sueños
de familia, hogar y felicidad.
Ya firmó el empate, como si este juego
se pudiera emptar.
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Y perderle miedo al tiempo...?
¿Y pensar en lo que siento...?
y no se dejar ser como es.
No aguanta la lucidez de sus miedos, sus fracasos.
Un vino largo, y ahí se ve.
Más contento, más tranquilo,
más atento a sus sentidos.
Conectado a sus instintos
y no a lo que otros ven.
Barco hundido a esa princesa que se come la cabeza
por estudiar y progresar,
pero mira de reojo como se le escapan
momentos de disfrutar.
Así andamos muchos, pasando la vida,
sabiendo que el tiempo no va a regresar,
pudiendo hacer poco y esperando mucho.
Cuántas ganas de cambiar esto...
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
Jaque mate a ese chabón que sigue con su pareja,
aunque no la aguanta más.
No hay nada, en este planeta, que le dé más miedo
que encontrarse en soledad.
Y se queda atado, resignó sus sueños
de familia, hogar y felicidad.
Ya firmó el empate, como si este juego
se pudiera emptar.
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Dónde voy a encontrar esas ganas de jugar,
de perderle miedo al tiempo,
de hacer todo por placer,
olvidarme del deber y pensar en lo que siento?
¿Y perderle miedo al tiempo...?
¿Y pensar en lo que siento...?