Fueron dos generales, dos generales
calientes, honrados y cabales:
Herrera el norteño, Gómez el suriano,
dos hombres muy derechos peleando mano a mano.
Hoy se juegan la vida, juegan la suerte
trayendo sus gallos al palenque:
a'i va el Colorado con el Consentido,
dos gallos muy jugados que nunca se han rendido.
Y ni siquiera se acuerdan de "la Bola"
porque son hombres de ley para vivir,
por si las dudas no dejan sus pistolas
y están como sus gallos dispuestos a morir.
Fueron dos generales, dos generales,
y el cielo los puso de rivales:
Herrera el norteño, Gómez el suriano,
se juegan los amores estilo mexicano.
Son un par de centauros, dos huracanes
que tienen la furia de los mares,
su vida es un hilo pendiente del abismo
y el día que alguien lo corte para ellos es lo mismo.
calientes, honrados y cabales:
Herrera el norteño, Gómez el suriano,
dos hombres muy derechos peleando mano a mano.
Hoy se juegan la vida, juegan la suerte
trayendo sus gallos al palenque:
a'i va el Colorado con el Consentido,
dos gallos muy jugados que nunca se han rendido.
Y ni siquiera se acuerdan de "la Bola"
porque son hombres de ley para vivir,
por si las dudas no dejan sus pistolas
y están como sus gallos dispuestos a morir.
Fueron dos generales, dos generales,
y el cielo los puso de rivales:
Herrera el norteño, Gómez el suriano,
se juegan los amores estilo mexicano.
Son un par de centauros, dos huracanes
que tienen la furia de los mares,
su vida es un hilo pendiente del abismo
y el día que alguien lo corte para ellos es lo mismo.