Veo y leo los informes deformes,
conformes a proyectos selectos
que nadie va a aplicar por aquí.
Un pibe recibe diez centavos y pide
por sus seis hermanitos que viven
abriendo la puerta de un remís.
Si quiere ver el drama o la comedia mejor
encima de sus ojos hay un mirador,
depende de su lucidez para mirar
verá como el grotesco es la cruda verdad.
Ciencia, paciencia en los servicios de urgencia.
Motociclista en una emergencia
se convirtió en donante al llegar.
Cierta desierta sensibilidad tuerta
de alcohol que pone al sábado alerta
y la calle es una diosa letal.
Si la tragedia espanta con su amargo sabor,
recuerde que mañana no será mejor;
los pasos de la danza no lo dejan salir
del borde de la náusea que le da existir.
Ando paseando como un loco en un campo
de tiro y recibo en un flanco
un extraviado proyectil.
Sigo, maldigo sin testigos y sangro
herido, y un relámpago en tanto
me ciega y no me deja seguir.
Eternas gorgonas de miradas enfermas
que nunca, turgentes y modernas,
sus piernas abrirán para mí.
Pero esa cabeza con mi nombre de presa
es un trofeo que les interesa
disputar a Salomé y a Judith.
Si quiere ver...
Cínica política de circo y burbuja:
pasaron mil camellos la aguja
hacia este reino neo liberal.
Frías promesas de sus bocas vacías,
son menos que mi pobre poesía
que me libra de todo mal.
conformes a proyectos selectos
que nadie va a aplicar por aquí.
Un pibe recibe diez centavos y pide
por sus seis hermanitos que viven
abriendo la puerta de un remís.
Si quiere ver el drama o la comedia mejor
encima de sus ojos hay un mirador,
depende de su lucidez para mirar
verá como el grotesco es la cruda verdad.
Ciencia, paciencia en los servicios de urgencia.
Motociclista en una emergencia
se convirtió en donante al llegar.
Cierta desierta sensibilidad tuerta
de alcohol que pone al sábado alerta
y la calle es una diosa letal.
Si la tragedia espanta con su amargo sabor,
recuerde que mañana no será mejor;
los pasos de la danza no lo dejan salir
del borde de la náusea que le da existir.
Ando paseando como un loco en un campo
de tiro y recibo en un flanco
un extraviado proyectil.
Sigo, maldigo sin testigos y sangro
herido, y un relámpago en tanto
me ciega y no me deja seguir.
Eternas gorgonas de miradas enfermas
que nunca, turgentes y modernas,
sus piernas abrirán para mí.
Pero esa cabeza con mi nombre de presa
es un trofeo que les interesa
disputar a Salomé y a Judith.
Si quiere ver...
Cínica política de circo y burbuja:
pasaron mil camellos la aguja
hacia este reino neo liberal.
Frías promesas de sus bocas vacías,
son menos que mi pobre poesía
que me libra de todo mal.