Cuando la noche pasea
más allá de mi pretil
yo puedo ver para afuera
sin que me veas a mí.
Yo puedo ver la luz,
yo puedo ver tu piel,
yo puedo ver tu ropa caer.
Yo puedo adivinar
la nube de vapor
que tiene el aire a tu alrededor.
Yo tengo un vicio barato
y antes que nada, legal,
gozo de anonimato
que me da la oscuridad.
Y no voy a interferir
con tu respiración
no voy a entrar en tu corazón,
no te quiero tocar,
no te puedo querer,
yo te diré lo que quiero ser: tu voyeur.
Tu voyeur, tu voyeur, tu voyeur...
Ya me aprendí tus horarios
y el orden de tu placard
ya te crucé por el barrio,
no pude más que recordar
(mirándote al espejo,
la toalla en el sofá,
peinándote con tranquilidad
sin sospechar que yo
del otro lado de
la calle estaba muriéndome).
Cuando la noche pasea
más allá de mi pretil
yo puedo ver para afuera
sin que me veas a mí.
Tu voyeur, tu voyeur, tu voyeur...
más allá de mi pretil
yo puedo ver para afuera
sin que me veas a mí.
Yo puedo ver la luz,
yo puedo ver tu piel,
yo puedo ver tu ropa caer.
Yo puedo adivinar
la nube de vapor
que tiene el aire a tu alrededor.
Yo tengo un vicio barato
y antes que nada, legal,
gozo de anonimato
que me da la oscuridad.
Y no voy a interferir
con tu respiración
no voy a entrar en tu corazón,
no te quiero tocar,
no te puedo querer,
yo te diré lo que quiero ser: tu voyeur.
Tu voyeur, tu voyeur, tu voyeur...
Ya me aprendí tus horarios
y el orden de tu placard
ya te crucé por el barrio,
no pude más que recordar
(mirándote al espejo,
la toalla en el sofá,
peinándote con tranquilidad
sin sospechar que yo
del otro lado de
la calle estaba muriéndome).
Cuando la noche pasea
más allá de mi pretil
yo puedo ver para afuera
sin que me veas a mí.
Tu voyeur, tu voyeur, tu voyeur...