Ciento y un quintado llevan, todos van para la guerra.
Unos ríen y otros cantan; otros bailan y otros juegan.
Si no es aquel buen soldado, que tan largas son sus penas,
que el día que le casaron, sus bodas fueron sin fiestas.
Ya se acerca el capitán, le dice de esta manera:
- ¿Qué tiene mi buen soldado; qué tiene que no se alegra?
Que el día que me casé me llevaron a la guerra
y he dejado a mi mujer, ni casada ni soltera.
Coge mi caballo blanco y vete en busca de ella,
que con un soldado menos, también se acaba la guerra.
Unos ríen y otros cantan; otros bailan y otros juegan.
Si no es aquel buen soldado, que tan largas son sus penas,
que el día que le casaron, sus bodas fueron sin fiestas.
Ya se acerca el capitán, le dice de esta manera:
- ¿Qué tiene mi buen soldado; qué tiene que no se alegra?
Que el día que me casé me llevaron a la guerra
y he dejado a mi mujer, ni casada ni soltera.
Coge mi caballo blanco y vete en busca de ella,
que con un soldado menos, también se acaba la guerra.