El mundo es como aparece ante mis cinco sentidos,
y ante los tuyos que son las orillas de los míos.
El mundo de los demás no es el nuestro: no es el mismo.
Imágenes de la vida: cada vez las recibimos,
nos reciben entregados más unidamente a un ritmo.
Pero las cosas se forman con nuestros propios delirios.
Ciegos para los demás, oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro vemos desde lo más íntimo.
El mundo de los demás, el mundo de los demás,
no es el nuestro, no es el mismo.
Trabajo y amor me cuesta conmigo así, ver contigo:
aparecer, como el agua con la arena, siempre unidos.
Nadie me verá del todo ni es nadie como lo miro.
Somos algo más que vemos, algo menos que inquirimos.
Algún suceso de todos pasa desapercibido.
Nadie nos ha visto. A nadie ciegos de ver, hemos visto.
Ciegos para los demás, oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro vemos desde lo más íntimo.
El mundo de los demás, al mundo de los demás,
no es el nuestro, no es el mismo.
El mindo de los demás...
y ante los tuyos que son las orillas de los míos.
El mundo de los demás no es el nuestro: no es el mismo.
Imágenes de la vida: cada vez las recibimos,
nos reciben entregados más unidamente a un ritmo.
Pero las cosas se forman con nuestros propios delirios.
Ciegos para los demás, oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro vemos desde lo más íntimo.
El mundo de los demás, el mundo de los demás,
no es el nuestro, no es el mismo.
Trabajo y amor me cuesta conmigo así, ver contigo:
aparecer, como el agua con la arena, siempre unidos.
Nadie me verá del todo ni es nadie como lo miro.
Somos algo más que vemos, algo menos que inquirimos.
Algún suceso de todos pasa desapercibido.
Nadie nos ha visto. A nadie ciegos de ver, hemos visto.
Ciegos para los demás, oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro vemos desde lo más íntimo.
El mundo de los demás, al mundo de los demás,
no es el nuestro, no es el mismo.
El mindo de los demás...