Se le hinchan los piés.
El cuarto mes le pesa en el vientre,
a esa muchacha en flor
por la que anduvo el amor regalando simiente.
Si la viese usted mirándose feliz al espejo...
Palpándose el perfil
y trenzando mil nombres en dos s**os.
A su manera, floreció por primavera,
para dar gracias al sol y perfumar la vereda.
A su piel de satén le sienta bien salir de paseo.
Salpicar niñez en la dejadez de su balanceo.
Si la viese usted frente al café jugando rayuela
al atardecer, es que, a las cinco,
su ayer vuelve de la escuela.
Y a su manera volvió al caballo y al carro,
al muñeco de cartón y los pucheros de barro.
Si la viese usted cantándose canciones de cuna,
como un cascabel que acunase un clavel
en un rayo de luna.
Corre Lagarto...Pon otra cama en el cuarto.
A empapelarlo de azul y en agosto de parto.
De parto...
El cuarto mes le pesa en el vientre,
a esa muchacha en flor
por la que anduvo el amor regalando simiente.
Si la viese usted mirándose feliz al espejo...
Palpándose el perfil
y trenzando mil nombres en dos s**os.
A su manera, floreció por primavera,
para dar gracias al sol y perfumar la vereda.
A su piel de satén le sienta bien salir de paseo.
Salpicar niñez en la dejadez de su balanceo.
Si la viese usted frente al café jugando rayuela
al atardecer, es que, a las cinco,
su ayer vuelve de la escuela.
Y a su manera volvió al caballo y al carro,
al muñeco de cartón y los pucheros de barro.
Si la viese usted cantándose canciones de cuna,
como un cascabel que acunase un clavel
en un rayo de luna.
Corre Lagarto...Pon otra cama en el cuarto.
A empapelarlo de azul y en agosto de parto.
De parto...