Una calle oscura;
un caminante que apura
el cigarro que trae,
una teja que cae
y una muerte en silencio.
Una cima arriesgada,
alguien sobre la nada,
firmes los pies,
mira la hora que es
y se lo lleva el viento.
Sirenas, ajetreo,
se abre un tiroteo,
son diez contra dos,
ese niño, por Dios,
no se ha apartado a tiempo.
Vaya con la vida,
tan enaltecida
y aún no sabe amar
o se deja engañar
sin ningún miramiento;
se detiene al azar
y se olvida al momento.
Un cometa herido
a unos cables prendido
de alta tensión,
un ligero tirón
y un crujido violento.
Ruidos por la casa,
"baja a ver lo que pasa",
se atemorizó,
a una sombra apuntó,
era su hijo sediento.
Una niña se acerca
al agua de una alberca,
espejito mortal,
va a besar el cristal
y se la traga el tiempo.
Vaya con la muerte,
como le divierte
jugar por jugar,
y de paso quebrar
el envanecimiento
de los hombres del mar
y los de tierra dentro.
un caminante que apura
el cigarro que trae,
una teja que cae
y una muerte en silencio.
Una cima arriesgada,
alguien sobre la nada,
firmes los pies,
mira la hora que es
y se lo lleva el viento.
Sirenas, ajetreo,
se abre un tiroteo,
son diez contra dos,
ese niño, por Dios,
no se ha apartado a tiempo.
Vaya con la vida,
tan enaltecida
y aún no sabe amar
o se deja engañar
sin ningún miramiento;
se detiene al azar
y se olvida al momento.
Un cometa herido
a unos cables prendido
de alta tensión,
un ligero tirón
y un crujido violento.
Ruidos por la casa,
"baja a ver lo que pasa",
se atemorizó,
a una sombra apuntó,
era su hijo sediento.
Una niña se acerca
al agua de una alberca,
espejito mortal,
va a besar el cristal
y se la traga el tiempo.
Vaya con la muerte,
como le divierte
jugar por jugar,
y de paso quebrar
el envanecimiento
de los hombres del mar
y los de tierra dentro.