La tarde
cobarde
se niega a su final
y las horas desgrana
sin gana.
Eso a mí me da igual.
Tranquila
cavila
la pluma en el papel.
Y resisto al asedio
del tedio.
Todo tiene su aquel.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Mi dama
reclama
mis noches para sí,
mi pasión vespertina
declina,
hay mujeres así.
Sin pena
me ordena
que escriba hasta las diez
y que aplace hasta luego
mi fuego.
Es una insensatez.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Lo acepto,
excepto
que en mas de una ocasión
me he acostado a su lado
colgado
a mitad de canción.
Pendiente
la mente
de un verso así o asá
se distrae del asunto
un punto
y no está a lo que está.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Y en vano
me afano
la musa es su rival,
cuando rujo ¡ahí va el Ebro!
celebro
un placer no carnal.
Mi amada
se enfada:
"Si al menos fuera un rock..."
-la muy hija de Sade-
y añade:
"Anda, vuelve a tu bloc".
Es la vida de artista
del cantante letrista.
cobarde
se niega a su final
y las horas desgrana
sin gana.
Eso a mí me da igual.
Tranquila
cavila
la pluma en el papel.
Y resisto al asedio
del tedio.
Todo tiene su aquel.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Mi dama
reclama
mis noches para sí,
mi pasión vespertina
declina,
hay mujeres así.
Sin pena
me ordena
que escriba hasta las diez
y que aplace hasta luego
mi fuego.
Es una insensatez.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Lo acepto,
excepto
que en mas de una ocasión
me he acostado a su lado
colgado
a mitad de canción.
Pendiente
la mente
de un verso así o asá
se distrae del asunto
un punto
y no está a lo que está.
Es la vida de artista
del cantante letrista.
Y en vano
me afano
la musa es su rival,
cuando rujo ¡ahí va el Ebro!
celebro
un placer no carnal.
Mi amada
se enfada:
"Si al menos fuera un rock..."
-la muy hija de Sade-
y añade:
"Anda, vuelve a tu bloc".
Es la vida de artista
del cantante letrista.