Señora
que añora
mi mente
doliente,
mi boca
te invoca
sí umbrío
sonrío.
No encuentro
mi centro
sin rastro
del astro
que un día
lucía
con bellos
destellos.
Malvivo
cautivo
de penas
morenas,
morena
melena
y senos
morenos.
Tu teje-
maneje
de amante
constante,
tu oscura
ternura
mi cama
reclama.
Herido
de olvido
no siento
contento,
la ira
me inspira
y nada
me agrada.
Mis males
son tales
que, acaso
me paso,
he roto
tu foto
con justo
disgusto.
Y, en tanto
te canto,
si anhelo
consuelo,
la vida
convida
a amores
menores.
En ésos
mis besos,
por puro
conjuro,
con tibia
lascivia
empeño,
y sueño
que sigo
contigo,
que pruebo
de nuevo
tu oscura
ternura,
tus senos
morenos.
Señora
que añora
mi mente
doliente,
en todas
mis bodas
la sombra
te nombra.
(Javier Krahe y Javier López de Guereña)
que añora
mi mente
doliente,
mi boca
te invoca
sí umbrío
sonrío.
No encuentro
mi centro
sin rastro
del astro
que un día
lucía
con bellos
destellos.
Malvivo
cautivo
de penas
morenas,
morena
melena
y senos
morenos.
Tu teje-
maneje
de amante
constante,
tu oscura
ternura
mi cama
reclama.
Herido
de olvido
no siento
contento,
la ira
me inspira
y nada
me agrada.
Mis males
son tales
que, acaso
me paso,
he roto
tu foto
con justo
disgusto.
Y, en tanto
te canto,
si anhelo
consuelo,
la vida
convida
a amores
menores.
En ésos
mis besos,
por puro
conjuro,
con tibia
lascivia
empeño,
y sueño
que sigo
contigo,
que pruebo
de nuevo
tu oscura
ternura,
tus senos
morenos.
Señora
que añora
mi mente
doliente,
en todas
mis bodas
la sombra
te nombra.
(Javier Krahe y Javier López de Guereña)