Mi halcón, mi peregrino,
hoy me condujo a vos,
su vuelo es mi destino
y vos, Melibea, sois mi Dios.
LLamadme melibeo
pues melibeo soy,
en Melibea creo
y a vos Melibea adoro porque hoy,
hoy os vi desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.
Cuerpo de maravilla,
oh hermosura sin par,
hubiera gran mancilla
si al retrataros fuese vulgar.
Por eso no me atrevo
con mi rudo pincel,
nombre un poeta nuevo
todos los nombres de vuestra piel
que hoy os vi, desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.
Abrióse vuestro manto,
no fue ciega mi fe,
dueña de todo encanto,
llena de gracia os contemplé.
Con vos me quedaría
pero mi sino es errar,
seréis la fe de un día
que día a día he de invocar.
La alondra ya alborea,
ya va de vuelo mi halcón,
cuerpo de Melibea,
ya toca fin a mi adoración.
Oh dulce anatomía,
pues no os puedo llevar
por mi azorada vía,
llevo un trocito de vuelto altar
donde hoy os vi, desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.
hoy me condujo a vos,
su vuelo es mi destino
y vos, Melibea, sois mi Dios.
LLamadme melibeo
pues melibeo soy,
en Melibea creo
y a vos Melibea adoro porque hoy,
hoy os vi desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.
Cuerpo de maravilla,
oh hermosura sin par,
hubiera gran mancilla
si al retrataros fuese vulgar.
Por eso no me atrevo
con mi rudo pincel,
nombre un poeta nuevo
todos los nombres de vuestra piel
que hoy os vi, desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.
Abrióse vuestro manto,
no fue ciega mi fe,
dueña de todo encanto,
llena de gracia os contemplé.
Con vos me quedaría
pero mi sino es errar,
seréis la fe de un día
que día a día he de invocar.
La alondra ya alborea,
ya va de vuelo mi halcón,
cuerpo de Melibea,
ya toca fin a mi adoración.
Oh dulce anatomía,
pues no os puedo llevar
por mi azorada vía,
llevo un trocito de vuelto altar
donde hoy os vi, desnuda en el jardín,
verde el altar, blanco el jazmín.