Va de veras ya por fin,
tu bella dama te ha dejado,
te llegó tu San Martín.
Te lo temías, todo aquello se sopesa.
Te lo temías, pero vino por sorpresa.
Porque creías todo cuanto ella te decía.
Y te decía:
"Tú, tranquilo, nunca llegará ese día".
Tú, tranquilo. Pues ya está aquí:
tu bella dama dice no
donde ayer mismo dijo sí.
Y, claro, hay otro. De eso tú estabas en Babia.
Y, claro, hay otro y no te vale tu l****.
No la convences de que sigues siendo imprescindible
y ella prescinde.
Y la vida se te está haciendo invivible.
Pero a ella no.
Hoy dice que su vida ya no se le escapa.
Creételo,
la prueba es que ahora está mucho más guapa.
Y eso se ve.
Se ve mucho. Está mejor.
Ha ido a la pelu y la han cambiado,
debe ser champú-color.
Y se ha comprado un montón de ropa nueva.
Y se ha comprado todo lo que ahora se lleva.
Salta a la vista que no está a tu alcance arreglar nada.
Y, entre tus cuernos,
vas tendiendo tu amargura y la colada.
Eso es todo. Entrénate
a aparentar que aún sigues vivo
y confía en no sé qué.
Quizá algún día ella busque tu mirada.
Quizá algún día la amargura esté curada.
Va para largo, pero el tiempo trae su medicina
a cada uno.
Tú, hoy, confórmate con agua y ajo y resina.
Pero ella no.
Hoy dice que su vida ya no se le escapa.
Creételo,
la prueba es que ahora está mucho más guapa.
Y eso se ve.
tu bella dama te ha dejado,
te llegó tu San Martín.
Te lo temías, todo aquello se sopesa.
Te lo temías, pero vino por sorpresa.
Porque creías todo cuanto ella te decía.
Y te decía:
"Tú, tranquilo, nunca llegará ese día".
Tú, tranquilo. Pues ya está aquí:
tu bella dama dice no
donde ayer mismo dijo sí.
Y, claro, hay otro. De eso tú estabas en Babia.
Y, claro, hay otro y no te vale tu l****.
No la convences de que sigues siendo imprescindible
y ella prescinde.
Y la vida se te está haciendo invivible.
Pero a ella no.
Hoy dice que su vida ya no se le escapa.
Creételo,
la prueba es que ahora está mucho más guapa.
Y eso se ve.
Se ve mucho. Está mejor.
Ha ido a la pelu y la han cambiado,
debe ser champú-color.
Y se ha comprado un montón de ropa nueva.
Y se ha comprado todo lo que ahora se lleva.
Salta a la vista que no está a tu alcance arreglar nada.
Y, entre tus cuernos,
vas tendiendo tu amargura y la colada.
Eso es todo. Entrénate
a aparentar que aún sigues vivo
y confía en no sé qué.
Quizá algún día ella busque tu mirada.
Quizá algún día la amargura esté curada.
Va para largo, pero el tiempo trae su medicina
a cada uno.
Tú, hoy, confórmate con agua y ajo y resina.
Pero ella no.
Hoy dice que su vida ya no se le escapa.
Creételo,
la prueba es que ahora está mucho más guapa.
Y eso se ve.