Madre Zoraida tiene una lora, tiene una cofia
Un anillo anexado y debajo de esas dos cejas
Sus ojos han visto el pájaro azul del Peloponeso
Dice que ha visto hoteles de mucha monta.
Ruiseñores hartos de penas voladoras
Grutas húmedas, b****os borrachos, peces caminantes
Sultanes de un solo ojo, rubíes de un solo gangster
Sigue diciendo que conoce el secreto de Fred Astaire.
Que ha curado atróficos, hipertróficos ha bendecido
A ciegos del andare faccile
A rubias negras de odio ha sosegado
Sacristanes, detenidos, transatlánticos
Y hasta dice que conserva el plano
De la quimera de Carlos Chapín.
Madre Zoraida quiero un caballo, quiero un caballo
No quiero vino, no quiero mujeres, no quiero canto
No quiero la gloria, no quiero quilates no quiero cornetas
Quiero un caballo, madre Zoraida, quiero un caballo.
Madre Zoraida cruza dedo a dedo sus catorce manos
Hace latir la dulce tortuga de su corazón
Vete Amador y que Dios sea loado
Loado o no lo cierto es que al salir Amador.
Encontró el caballo amarillo de copas ensillado
Con vasos de cristal y chispas desabrochadas
Y a caballo volvió al barrio caracoleando
Entre motos y perros de papel picado.
Deteniéndose nada más que para proseguir
Al unísono de todas las ventanas abiertas
Para mirar ese puntito feliz de amarillo cabriorante
Madre Zoraida quiero un caballo, quiero un caballo.
Un anillo anexado y debajo de esas dos cejas
Sus ojos han visto el pájaro azul del Peloponeso
Dice que ha visto hoteles de mucha monta.
Ruiseñores hartos de penas voladoras
Grutas húmedas, b****os borrachos, peces caminantes
Sultanes de un solo ojo, rubíes de un solo gangster
Sigue diciendo que conoce el secreto de Fred Astaire.
Que ha curado atróficos, hipertróficos ha bendecido
A ciegos del andare faccile
A rubias negras de odio ha sosegado
Sacristanes, detenidos, transatlánticos
Y hasta dice que conserva el plano
De la quimera de Carlos Chapín.
Madre Zoraida quiero un caballo, quiero un caballo
No quiero vino, no quiero mujeres, no quiero canto
No quiero la gloria, no quiero quilates no quiero cornetas
Quiero un caballo, madre Zoraida, quiero un caballo.
Madre Zoraida cruza dedo a dedo sus catorce manos
Hace latir la dulce tortuga de su corazón
Vete Amador y que Dios sea loado
Loado o no lo cierto es que al salir Amador.
Encontró el caballo amarillo de copas ensillado
Con vasos de cristal y chispas desabrochadas
Y a caballo volvió al barrio caracoleando
Entre motos y perros de papel picado.
Deteniéndose nada más que para proseguir
Al unísono de todas las ventanas abiertas
Para mirar ese puntito feliz de amarillo cabriorante
Madre Zoraida quiero un caballo, quiero un caballo.