Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también
me agota escuchar que todo va bien,
y ver tristes hombres mirando al sur,
y no existir si no me miras tú.
Ya ves, a veces me canso de perderte y saber
que estamos solos y no va a volver
Guevara para darme la razón
de no verte tendida en mi colchón.
Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si hoy se cae La Habana,
¿El día de mañana
quién será nuestro dueño?
Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.
Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser
libre para venderme y caer
muerto donde mi libertad prefiera,
siempre al otro lado de tu frontera.
Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener
valor para buscarte y cometer
todo delito que este amor exija.
Quieta ahí, tus labios o la vida.
Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si arde Lacandona
si Marcos abandona,
¿Quién será nuestro dueño?
Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.
Perdónenme que le robase un verso a Neruda, pero nadie podrá negar que a veces uno se cansa de ser hombre. Leo los periódicos y me siento triste y solo. La Candona esperando nuestra llegada, La Habana derrumbándose, y tanta gente triste mirando al Sur. Cuando uno canta es para convivir con sus miedos. El miedo a la soledad, el miedo a que nada cambie. Por eso canto para verte a mi lado, para saber que miras.
me agota escuchar que todo va bien,
y ver tristes hombres mirando al sur,
y no existir si no me miras tú.
Ya ves, a veces me canso de perderte y saber
que estamos solos y no va a volver
Guevara para darme la razón
de no verte tendida en mi colchón.
Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si hoy se cae La Habana,
¿El día de mañana
quién será nuestro dueño?
Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.
Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser
libre para venderme y caer
muerto donde mi libertad prefiera,
siempre al otro lado de tu frontera.
Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener
valor para buscarte y cometer
todo delito que este amor exija.
Quieta ahí, tus labios o la vida.
Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si arde Lacandona
si Marcos abandona,
¿Quién será nuestro dueño?
Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.
Perdónenme que le robase un verso a Neruda, pero nadie podrá negar que a veces uno se cansa de ser hombre. Leo los periódicos y me siento triste y solo. La Candona esperando nuestra llegada, La Habana derrumbándose, y tanta gente triste mirando al Sur. Cuando uno canta es para convivir con sus miedos. El miedo a la soledad, el miedo a que nada cambie. Por eso canto para verte a mi lado, para saber que miras.