Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Momento de lucidez en el que saldremos del rebaño,
aullando himnos de orgullo salvaje,
gritando nuestra insumisión a los cuatro vientos.
Sintiendo libertad, aprendiendo de nuevo,
tratando de liberar a tantos como puedas,
no habrá amenazas que puedan pararnos los pies,
no habrá miedo al fracaso.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Juntaremos el valor para lanzarnos de frente contra Babylon y romper los yugos.
Todos a una, sin miedo al fracaso.
Nostalgia de esencia animal, sin lastres, sin domesticar.
De vuelta al origen, sin lastres, sin domesticar.
De vuelta a tu origen, revuelta aborigen.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Momento de lucidez en el que saldremos del rebaño,
aullando himnos de orgullo salvaje,
gritando nuestra insumisión a los cuatro vientos.
Sintiendo libertad, aprendiendo de nuevo,
tratando de liberar a tantos como puedas,
no habrá amenazas que puedan pararnos los pies,
no habrá miedo al fracaso.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Juntaremos el valor para lanzarnos de frente contra Babylon y romper los yugos.
Todos a una, sin miedo al fracaso.
Momento de lucidez en el que saldremos del rebaño,
aullando himnos de orgullo salvaje,
gritando nuestra insumisión a los cuatro vientos.
Sintiendo libertad, aprendiendo de nuevo,
tratando de liberar a tantos como puedas,
no habrá amenazas que puedan pararnos los pies,
no habrá miedo al fracaso.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Juntaremos el valor para lanzarnos de frente contra Babylon y romper los yugos.
Todos a una, sin miedo al fracaso.
Nostalgia de esencia animal, sin lastres, sin domesticar.
De vuelta al origen, sin lastres, sin domesticar.
De vuelta a tu origen, revuelta aborigen.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Momento de lucidez en el que saldremos del rebaño,
aullando himnos de orgullo salvaje,
gritando nuestra insumisión a los cuatro vientos.
Sintiendo libertad, aprendiendo de nuevo,
tratando de liberar a tantos como puedas,
no habrá amenazas que puedan pararnos los pies,
no habrá miedo al fracaso.
Ganará el instinto al fin, callado tan largo tiempo.
Juntaremos el valor para lanzarnos de frente contra Babylon y romper los yugos.
Todos a una, sin miedo al fracaso.