Luna ya nunca enciende la luz;
solos ella y el tictac del reloj.
Derramando el tiempo en el sofá,
Luna ve que su vida se va,
y un dolor rompe su interior.
Cuando llega la hora de cerrar,
ya sólo queda el Lobo en el bar:
tiene miedo del anochecer
y retrasa la hora de volver.
¿Para qué? No hay nada que hacer.
Dentro de casa siempre es invierno.
Ya no hay colores, duele el silencio...
Ni el perro mueve el rabo si te oye entrar.
Lobo ya se marcha a trabajar
y sabe que no regresará.
Luna cierra por última vez;
va despacio y sin mirar atrás,
y un dolor rompe su interior.
Dentro de casa siempre es invierno.
Ya no hay colores, duele el silencio...
Ni el perro mueve el rabo si te oye entrar.
Lobo llora ahora en otro bar
cuando llega la hora de cerrar.
Para Luna todo sigue igual:
derrama el tiempo en otro sofá,
y un dolor rompe su interior.
solos ella y el tictac del reloj.
Derramando el tiempo en el sofá,
Luna ve que su vida se va,
y un dolor rompe su interior.
Cuando llega la hora de cerrar,
ya sólo queda el Lobo en el bar:
tiene miedo del anochecer
y retrasa la hora de volver.
¿Para qué? No hay nada que hacer.
Dentro de casa siempre es invierno.
Ya no hay colores, duele el silencio...
Ni el perro mueve el rabo si te oye entrar.
Lobo ya se marcha a trabajar
y sabe que no regresará.
Luna cierra por última vez;
va despacio y sin mirar atrás,
y un dolor rompe su interior.
Dentro de casa siempre es invierno.
Ya no hay colores, duele el silencio...
Ni el perro mueve el rabo si te oye entrar.
Lobo llora ahora en otro bar
cuando llega la hora de cerrar.
Para Luna todo sigue igual:
derrama el tiempo en otro sofá,
y un dolor rompe su interior.