Ya pasó la primavera con sus flores
golondrina mensajera, de mis sueños;
hoy te alejas y te llevas mis amores
y yo sigo tu viaje con empeño.
Vuelve p***to, que el otoño traicionero
me sepulta en la tristeza, de sus días;
quiero ser a tu regreso el cancionero
que deje en un: ¡te quiero!
rendido un corazón.
Yo soy aquel muchacho
que puse sin agravios,
en tus pintados labios
la gloria de un vivir;
aquel que entre caricias,
tornábase sumiso
y que el destino quiso
hundirlo en el sufrir...
Yo soy aquel que tuvo
constancia y fe sincera,
yo fui la primavera
y tu el otoño cruel;
te has vuelto golondrina,
te enloqueció el espacio
que fue como un palacio,
para vivir tu en él.
Si en tu viaje te azotara la tormenta
de un engaño; y con su frío, te maltrata,
no le pongas cara fiera; está contenta,
que con risas al dolor, se desbarata;
yo también, cuando te fuiste: Golondrina,
a mi llanto lo mezclé con alegría;
y tiré como nerviosa serpentina
la venenosa espina
que ha muerto mi ilusión
golondrina mensajera, de mis sueños;
hoy te alejas y te llevas mis amores
y yo sigo tu viaje con empeño.
Vuelve p***to, que el otoño traicionero
me sepulta en la tristeza, de sus días;
quiero ser a tu regreso el cancionero
que deje en un: ¡te quiero!
rendido un corazón.
Yo soy aquel muchacho
que puse sin agravios,
en tus pintados labios
la gloria de un vivir;
aquel que entre caricias,
tornábase sumiso
y que el destino quiso
hundirlo en el sufrir...
Yo soy aquel que tuvo
constancia y fe sincera,
yo fui la primavera
y tu el otoño cruel;
te has vuelto golondrina,
te enloqueció el espacio
que fue como un palacio,
para vivir tu en él.
Si en tu viaje te azotara la tormenta
de un engaño; y con su frío, te maltrata,
no le pongas cara fiera; está contenta,
que con risas al dolor, se desbarata;
yo también, cuando te fuiste: Golondrina,
a mi llanto lo mezclé con alegría;
y tiré como nerviosa serpentina
la venenosa espina
que ha muerto mi ilusión