Ah, tus ojos se abren claros como el agua,
Ah, mis manos se deslizan por tu espalda.
La tarde está radiante bajo la copa de este árbol,
y me conmueve,
la ternura de tu amor.
Ahí, donde las palabras son hermosas,
el pasado es la alegría de los tristes.
La tarde está radiante para los que dicen algo,
y tu descargo me devuelve el corazón.
La tarde está radiante y este cielo se hace ámbar,
y en esta zamba yo te doy mi corazón.
Yo te doy mi corazón.
Ah, mis manos se deslizan por tu espalda.
La tarde está radiante bajo la copa de este árbol,
y me conmueve,
la ternura de tu amor.
Ahí, donde las palabras son hermosas,
el pasado es la alegría de los tristes.
La tarde está radiante para los que dicen algo,
y tu descargo me devuelve el corazón.
La tarde está radiante y este cielo se hace ámbar,
y en esta zamba yo te doy mi corazón.
Yo te doy mi corazón.