Ni una más.
Ni una sola nueva victima más.
Ya no más.
Ni el más leve gesto de ambigüedad.
Ni una más.
Ni una actitud tendente a justificar la violencia contra la mujer como algo natural.
El macho está sumergido en plena crisis de valores.
Observando perplejo como su mundo se viene abajo.
Se siente acorralado y herido en su fuero interno.
Se siente amenazado y más víctima que verdugo.
El gallo del corral pierde su autoridad.
Se cuestiona y pone en duda.
Se desploma y se derrumba.
El gallo del corral se niega a claudicar.
A compartir su hegemonía, y a perde su supremacía.
Ni una más. Ni una simple y llana humillación más.
Ya no más. Ni un solo ataque contra su dignidad.
Ni una más.
Ni una mujer rendida a la autoridad o sometida al gobierno del falo y presa del "que diran".
El macho está receloso.
Su figura pierde peso.
Ve como sus privilegios son superados por el paso del tiempo.
Se siente traicionado por los de su propia especie.
Se niega a ceder espacio, y piensa morir matando.
El gallo del corral pierde su autoridad.
Se cuestiona y pone en duda.
Se desploma y se derrumba.
El gallo del corral se niega a claudicar.
A compartir su hegemonía y su supremacía.
Ya ni una más. Ni una sola víctima más.
Ya ni una más. Ni una sola víctima más.
Ya ni una más. Ya ni una más.
Ni una sola nueva victima más.
Ya no más.
Ni el más leve gesto de ambigüedad.
Ni una más.
Ni una actitud tendente a justificar la violencia contra la mujer como algo natural.
El macho está sumergido en plena crisis de valores.
Observando perplejo como su mundo se viene abajo.
Se siente acorralado y herido en su fuero interno.
Se siente amenazado y más víctima que verdugo.
El gallo del corral pierde su autoridad.
Se cuestiona y pone en duda.
Se desploma y se derrumba.
El gallo del corral se niega a claudicar.
A compartir su hegemonía, y a perde su supremacía.
Ni una más. Ni una simple y llana humillación más.
Ya no más. Ni un solo ataque contra su dignidad.
Ni una más.
Ni una mujer rendida a la autoridad o sometida al gobierno del falo y presa del "que diran".
El macho está receloso.
Su figura pierde peso.
Ve como sus privilegios son superados por el paso del tiempo.
Se siente traicionado por los de su propia especie.
Se niega a ceder espacio, y piensa morir matando.
El gallo del corral pierde su autoridad.
Se cuestiona y pone en duda.
Se desploma y se derrumba.
El gallo del corral se niega a claudicar.
A compartir su hegemonía y su supremacía.
Ya ni una más. Ni una sola víctima más.
Ya ni una más. Ni una sola víctima más.
Ya ni una más. Ya ni una más.