Una indita muy chula
tenía su anafre
en la banqueta
su comal negro y limpio
freía tamales
en la manteca
y gorditas de masa
piloncillo y canela
al salir de mi casa
compraba un quinto
para la escuela.
Por la tarde a las calles
sacaban mesas
limpias viejitas
nos vendían sus natillas
arroz de leche
en sus cazuelitas
rica capirotada
tejocotes en miel
y en la noche un atole
tan champurrado
que ya no hay de él.
Estas cosas hermosas
por que yo así las vi
ya no están en mi tierra
ya no están más aquí
hoy mi México es bello
como nunca lo fue
pero cuando era niño
tenía mi México
un no sé qué.
Empedradas sus calles
eran tranquilas
bellas y quietas
los pregones rasgaban
el aire limpio
vendían cubetas
tierra pa' las macetas
la melcocha, la miel
chichicuilotes vivos
mezcal en penca
y el aguamiel.
Al pasar los soldados
salía la gente
a mirar inquieta
hasta el tren de mulitas
se detenía
oyendo la trompeta
las calandrias paraban
sólo el viejito fiel
que vendía azucarillos
improvisaba
el verso aquél.
(Azucarillos
de a medio y de a real
para los niños
qui queran mercar)
Estas cosas hermosas
por que yo así las vi
ya no están en mi tierra
ya no están más aquí
hoy mi México es bello
como nunca lo fue
pero cuando era niño
tenía mi México
un no sé qué.
Fuente: musica.com
Letra añadida por Elizabeth Conde
tenía su anafre
en la banqueta
su comal negro y limpio
freía tamales
en la manteca
y gorditas de masa
piloncillo y canela
al salir de mi casa
compraba un quinto
para la escuela.
Por la tarde a las calles
sacaban mesas
limpias viejitas
nos vendían sus natillas
arroz de leche
en sus cazuelitas
rica capirotada
tejocotes en miel
y en la noche un atole
tan champurrado
que ya no hay de él.
Estas cosas hermosas
por que yo así las vi
ya no están en mi tierra
ya no están más aquí
hoy mi México es bello
como nunca lo fue
pero cuando era niño
tenía mi México
un no sé qué.
Empedradas sus calles
eran tranquilas
bellas y quietas
los pregones rasgaban
el aire limpio
vendían cubetas
tierra pa' las macetas
la melcocha, la miel
chichicuilotes vivos
mezcal en penca
y el aguamiel.
Al pasar los soldados
salía la gente
a mirar inquieta
hasta el tren de mulitas
se detenía
oyendo la trompeta
las calandrias paraban
sólo el viejito fiel
que vendía azucarillos
improvisaba
el verso aquél.
(Azucarillos
de a medio y de a real
para los niños
qui queran mercar)
Estas cosas hermosas
por que yo así las vi
ya no están en mi tierra
ya no están más aquí
hoy mi México es bello
como nunca lo fue
pero cuando era niño
tenía mi México
un no sé qué.
Fuente: musica.com
Letra añadida por Elizabeth Conde