Dos hermanos mueren...
en la fría noche, en la gran ciudad.
Dos espigas firmes, arrancadas por un oficial.
Una madre llora en la puerta de la seccional
y aunque grite y grite,
sabe que el dolor no va a lavar.
Del olor y el sol del amanecer
al frío sudor de la noche que
ya sabe de que se trata perder.
Esperó y olió la miseria que no esconde a aquel
incapaz de ver a los hijos del hambre y la sed.
Y hasta donde sé, no se la vio mas.
en la fría noche, en la gran ciudad.
Dos espigas firmes, arrancadas por un oficial.
Una madre llora en la puerta de la seccional
y aunque grite y grite,
sabe que el dolor no va a lavar.
Del olor y el sol del amanecer
al frío sudor de la noche que
ya sabe de que se trata perder.
Esperó y olió la miseria que no esconde a aquel
incapaz de ver a los hijos del hambre y la sed.
Y hasta donde sé, no se la vio mas.