Porque yo no soy capitán ni tampoco marinero.
Yo soy la piedra que cayó, el vaso que se rompió
Soy la hoja de un árbol que el viento se llevó
Porque yo no soy capataz ni tampoco soy obrero
Yo soy ese puñao de sal, ese perro que está ladrando
Soy ese poco de lluvia que una posa va formando
Miedo irracional a la desobediencia general
Si el fuego de la olla lo mantenemos nosotros
Si nos pasan por arriba, por abajo pasamos los otros
Porque yo no soy sacristán ni tampoco monaguillo
Yo soy lo que alcanzó a llegar con el marea a la orilla
Yo soy el entusiasmo que te hizo pararte de tu silla
Yo soy la piedra que cayó, el vaso que se rompió
Soy la hoja de un árbol que el viento se llevó
Porque yo no soy capataz ni tampoco soy obrero
Yo soy ese puñao de sal, ese perro que está ladrando
Soy ese poco de lluvia que una posa va formando
Miedo irracional a la desobediencia general
Si el fuego de la olla lo mantenemos nosotros
Si nos pasan por arriba, por abajo pasamos los otros
Porque yo no soy sacristán ni tampoco monaguillo
Yo soy lo que alcanzó a llegar con el marea a la orilla
Yo soy el entusiasmo que te hizo pararte de tu silla