Con mi angustia, mi concha, mi tristeza
me encontraste cargando una guitarra.
Dos pasos hacia atrás, uno adelante
y el canto se tornaba vacilante.
Tiernamente llegabas hasta el fondo
donde cae la careta y surge el miedo
me arrebatas mi historia y mis tinieblas
para darme la luz de los que piensan.
El fantasma del fracaso se avalancha
nos trae la oscuridad y sus miserias
mira cómo se ríen los del dinero
al mirar tambalearse nuestro anhelo.
Quisieron destruirnos con sus leyes,
con su falsa moral, su hipocresía
no me dejan gozar tu primavera
no me dejan llegar a tu grandeza.
Llegó mi decisión, mi enfrentamiento
cuando aprendí a quererte igual que al pueblo
hoy me sale la rabia acumulada
para volverse canto de batalla.
Antes de ti, después de ti, esa es mi historia,
por ti aprendí a mirar hacia el futuro.
Nadie nos vencerá con esa fuerza
que le supiste dar a la conciencia.
Y ahí vas, repartiéndote toda en la ternura
enseñando a luchar a los que dudan
y mostrando a través de tu sonrisa
una nueva versión de la alegría.
Pon tu verde mirada en mi mirada
y ayúdame a mirar hacia el mañana.
Pon tu boca en mi boca, compañera
y ayúdame a lograr la vida nueva.
No voy a desistir ante un fracaso
a la posibilidad, a la grandeza
de crecer, de luchar junto a mi pueblo
con el canto, la idea, el rifle, el fuego.
Mira cómo nos ven los pequeños
al oír el murmullo vuelto grito
no soportan lo limpio en la mirada
si en un beso te llamo 'camarada':
Nadie nos vencerá, este canto nuevo
nadie habrá de parar la voz del pueblo
nunca nadie podrá ya detenernos
tú vendrás a mi lado: ¡Venceremos!
me encontraste cargando una guitarra.
Dos pasos hacia atrás, uno adelante
y el canto se tornaba vacilante.
Tiernamente llegabas hasta el fondo
donde cae la careta y surge el miedo
me arrebatas mi historia y mis tinieblas
para darme la luz de los que piensan.
El fantasma del fracaso se avalancha
nos trae la oscuridad y sus miserias
mira cómo se ríen los del dinero
al mirar tambalearse nuestro anhelo.
Quisieron destruirnos con sus leyes,
con su falsa moral, su hipocresía
no me dejan gozar tu primavera
no me dejan llegar a tu grandeza.
Llegó mi decisión, mi enfrentamiento
cuando aprendí a quererte igual que al pueblo
hoy me sale la rabia acumulada
para volverse canto de batalla.
Antes de ti, después de ti, esa es mi historia,
por ti aprendí a mirar hacia el futuro.
Nadie nos vencerá con esa fuerza
que le supiste dar a la conciencia.
Y ahí vas, repartiéndote toda en la ternura
enseñando a luchar a los que dudan
y mostrando a través de tu sonrisa
una nueva versión de la alegría.
Pon tu verde mirada en mi mirada
y ayúdame a mirar hacia el mañana.
Pon tu boca en mi boca, compañera
y ayúdame a lograr la vida nueva.
No voy a desistir ante un fracaso
a la posibilidad, a la grandeza
de crecer, de luchar junto a mi pueblo
con el canto, la idea, el rifle, el fuego.
Mira cómo nos ven los pequeños
al oír el murmullo vuelto grito
no soportan lo limpio en la mirada
si en un beso te llamo 'camarada':
Nadie nos vencerá, este canto nuevo
nadie habrá de parar la voz del pueblo
nunca nadie podrá ya detenernos
tú vendrás a mi lado: ¡Venceremos!