Te perdiste en el huracán.
Viste cómo son las cosas.
Te aferras. Te aferras. Te aferras y,
el viento, te lleva igual.
Que los dioses te protejan donde vayas y que,
los santos, te cuiden en el mar.
El olvido, no perdona.
Viste cómo son las cosas.
Del polvo venimos. Andamos.
Después, todo al polvo va.
Yo no creo en volver a empezar.
Lo que un día ví, no lo veo más.
Veo una serpiente amarilla, violenta.
Se muerde la cola. Tanta estupidez, tanta vanidad.
Y, lo que fue hermoso, nunca más ya lo será.
Llueve y está gris. El sol ya vendrá.
Casi siempre, está nublando en London Town.
Y, así se pasan los años.
Viste cómo son las cosas.
Volvemos. Volvemos. Volvemos, al fin,
al mismo lugar.
Mientras tanto, fumo un faso en London Town.
Ella dice que está bien. Él dice que está mal.
No se cansan nunca de actuar (de actuar esa misma pena)
Tanta estupidez, tanta vanidad.
Y, lo que fue hermoso, nunca más ya lo será.
Llueve y está gris. El sol ya vendrá.
Buena suerte, nena, desde London Town
Viste cómo son las cosas.
Te aferras. Te aferras. Te aferras y,
el viento, te lleva igual.
Que los dioses te protejan donde vayas y que,
los santos, te cuiden en el mar.
El olvido, no perdona.
Viste cómo son las cosas.
Del polvo venimos. Andamos.
Después, todo al polvo va.
Yo no creo en volver a empezar.
Lo que un día ví, no lo veo más.
Veo una serpiente amarilla, violenta.
Se muerde la cola. Tanta estupidez, tanta vanidad.
Y, lo que fue hermoso, nunca más ya lo será.
Llueve y está gris. El sol ya vendrá.
Casi siempre, está nublando en London Town.
Y, así se pasan los años.
Viste cómo son las cosas.
Volvemos. Volvemos. Volvemos, al fin,
al mismo lugar.
Mientras tanto, fumo un faso en London Town.
Ella dice que está bien. Él dice que está mal.
No se cansan nunca de actuar (de actuar esa misma pena)
Tanta estupidez, tanta vanidad.
Y, lo que fue hermoso, nunca más ya lo será.
Llueve y está gris. El sol ya vendrá.
Buena suerte, nena, desde London Town