Alvaro Carrillo.
Tanto tiempo disfrutamos de este amor,
nuestras almas se acercaron tanto así,
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también
sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir,
bastaría con abrazarte y conversar,
tanta vida yo te dí,
que por fuerza tienes ya
sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño,
no soy nada, yo no tengo vanidad,
de mi vida doy lo bueno,
soy tan pobre, que otra cosa puedo dar.
Pasarán mas de mil años, muchos más,
yo no sé si tenga amor la eternidad,
pero allá, tal como aquí,
en la boca llevarás
sabor a mí.
Tanto tiempo disfrutamos de este amor,
nuestras almas se acercaron tanto así,
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también
sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir,
bastaría con abrazarte y conversar,
tanta vida yo te dí,
que por fuerza tienes ya
sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño,
no soy nada, yo no tengo vanidad,
de mi vida doy lo bueno,
soy tan pobre, que otra cosa puedo dar.
Pasarán mas de mil años, muchos más,
yo no sé si tenga amor la eternidad,
pero allá, tal como aquí,
en la boca llevarás
sabor a mí.