No me importa que me claves,
como a un Cristo, en la pared;
¡ten cuidado, no me falte de comer!
Tú me agarras, yo te empujo,
y no me hace falta más:
con tu flujo me alimento de mamar.
He aprendido, de estar solo, a llorar sin molestar,
y a cagarme en los calzones, y a dudar.
La verdad sólo tiene un sentío, no me obligues a engañar;
si te crees todas mis mentiras, ¡qué vacío debes estar!.
¡Bomba!. ¡Bomba!. ¡Bomba!
Eres-tú-pa-mí.
No sé ni cuántas noches llevo ya sin dormir...
arráncame las uñas de los pies.
Morir, sólo una vez, va a ser poco para mí;
el diablo me ha cogido miedo y no me deja entrar.
No creas que estoy huyendo:
si me ves retroceder, espera,
que estoy cogiendo carrera.
Desafiar la perspectiva del fracaso
a la que estamos condenados.
Me estoy reformando. Te miro, me hincho,
me tiro a los cactus desnudo, pero no me pincho.
Me estoy reformando todas las mañanas,
y ahora, hago siempre todo lo que me da la gana.
Y saborear: si tú le das, todo tiene sentido.
Y, al despertar, te voy a contar cositas al oído.
Vuelo hasta una mancha en la pared.
Me vuelvo ajeno a todo,
y me sobran hasta mis propios pies.
Deja de perseguir a las moscas por el techo;
¿no ves que no me entero
de qué mierdas estás hecho?
Tampoco es que me importe: no sabía que decir.
Por mí, puedes quedarte tú conmigo, y yo, sin ti.
¡Sin ti!.
La cabeza se me va; anoche anduve perdío.
Casi todas las mañanas me levanto percudío.
Soy terco como una mula, y duro: no siento el dolor.
No necesito armadura: tengo costra alrededor.
No creas que estoy dudando;
yo no sé que hacer, y tú tan quieta,
que no me entero cuando aprietas.
Te acaricio con las manos, te miro y salgo por pies.
Cadenas, ¡fuera, que hoy es luna llena!
Despido energía y sé que soy un vago;
a mí no me ata corto nadie, porque me apago.
Me acuesto de día, cuando llega la luz,
y tengo claro que no quiero ser como tú.
Me arranco a andar y me comes la paciencia.
Que me quedo atrás... ¡vuelvo a empezar!
Que yo no sé, y yo no puedo, y yo no quiero;
me quedaré sentado en el bar.
Sólo puedo imaginar un caballo desbocado.
- ¿A quién quieres engañar? ¡Una mula en un sembrado!
Y saborear: si tú le das,
todo tiene sentido.
Y al despertar te voy a cantar
cositas al oído.
Vuelo hasta una mancha en la pared,
me vuelvo ajeno a todo
y me sobran hasta mis propios pies.
Parece que se oye un ruido...
Estoy robando en un chalet.
¡Pa una vez que nos pringamos,
hoy nos han vuelto a coger!
Los perros son mis amigos,
el guardia me quiere morder,
me persiguen los vecinos...
¿Dónde hemos dejao el OVNI?
como a un Cristo, en la pared;
¡ten cuidado, no me falte de comer!
Tú me agarras, yo te empujo,
y no me hace falta más:
con tu flujo me alimento de mamar.
He aprendido, de estar solo, a llorar sin molestar,
y a cagarme en los calzones, y a dudar.
La verdad sólo tiene un sentío, no me obligues a engañar;
si te crees todas mis mentiras, ¡qué vacío debes estar!.
¡Bomba!. ¡Bomba!. ¡Bomba!
Eres-tú-pa-mí.
No sé ni cuántas noches llevo ya sin dormir...
arráncame las uñas de los pies.
Morir, sólo una vez, va a ser poco para mí;
el diablo me ha cogido miedo y no me deja entrar.
No creas que estoy huyendo:
si me ves retroceder, espera,
que estoy cogiendo carrera.
Desafiar la perspectiva del fracaso
a la que estamos condenados.
Me estoy reformando. Te miro, me hincho,
me tiro a los cactus desnudo, pero no me pincho.
Me estoy reformando todas las mañanas,
y ahora, hago siempre todo lo que me da la gana.
Y saborear: si tú le das, todo tiene sentido.
Y, al despertar, te voy a contar cositas al oído.
Vuelo hasta una mancha en la pared.
Me vuelvo ajeno a todo,
y me sobran hasta mis propios pies.
Deja de perseguir a las moscas por el techo;
¿no ves que no me entero
de qué mierdas estás hecho?
Tampoco es que me importe: no sabía que decir.
Por mí, puedes quedarte tú conmigo, y yo, sin ti.
¡Sin ti!.
La cabeza se me va; anoche anduve perdío.
Casi todas las mañanas me levanto percudío.
Soy terco como una mula, y duro: no siento el dolor.
No necesito armadura: tengo costra alrededor.
No creas que estoy dudando;
yo no sé que hacer, y tú tan quieta,
que no me entero cuando aprietas.
Te acaricio con las manos, te miro y salgo por pies.
Cadenas, ¡fuera, que hoy es luna llena!
Despido energía y sé que soy un vago;
a mí no me ata corto nadie, porque me apago.
Me acuesto de día, cuando llega la luz,
y tengo claro que no quiero ser como tú.
Me arranco a andar y me comes la paciencia.
Que me quedo atrás... ¡vuelvo a empezar!
Que yo no sé, y yo no puedo, y yo no quiero;
me quedaré sentado en el bar.
Sólo puedo imaginar un caballo desbocado.
- ¿A quién quieres engañar? ¡Una mula en un sembrado!
Y saborear: si tú le das,
todo tiene sentido.
Y al despertar te voy a cantar
cositas al oído.
Vuelo hasta una mancha en la pared,
me vuelvo ajeno a todo
y me sobran hasta mis propios pies.
Parece que se oye un ruido...
Estoy robando en un chalet.
¡Pa una vez que nos pringamos,
hoy nos han vuelto a coger!
Los perros son mis amigos,
el guardia me quiere morder,
me persiguen los vecinos...
¿Dónde hemos dejao el OVNI?