¿Por qué ha pintao tus ojeras
la flor de lirio real?
¿Por qué te has puesto de seda,
ay Campanera, por qué será?
Mira que to el que no sabe
cuál es la llave de la verdad
dice que no eres buena,
y a la azucena te pudieras comparar.
Dile que pare esa noria
que va roando, pregonando lo que quieres.
Que por saber a tu historia
lo están buscando cómo y cuándo
del que eres.
Ay, Campanera,
aunque la gente no quiera
tú eres la mejor de las mujeres,
porque te hizo Dios su pregonera.
¿Por qué se para la gente
na más la ven de pasar?
¿Por qué la alondra valiente
alza la frente y echa a cantar?
Dicen que si un perseguío
que anda escondío
la vino a ver.
Cuentan que amante espera
la Campanera con la ronda de las tres.
Ya era corona de gloria
to aquel revuelo verdadero por amores
cuando el roar de la noria
tapó con velo to aquel cielo
de colores.
Ay, Campanera,
y es del amante que espera
con la bendición de los altares,
como manda Dios,
su compañera.
Ay, Campanera,
aunque la gente no quiera
tú eres la mejor de las mujeres
porque te hizo Dios su compañera.
la flor de lirio real?
¿Por qué te has puesto de seda,
ay Campanera, por qué será?
Mira que to el que no sabe
cuál es la llave de la verdad
dice que no eres buena,
y a la azucena te pudieras comparar.
Dile que pare esa noria
que va roando, pregonando lo que quieres.
Que por saber a tu historia
lo están buscando cómo y cuándo
del que eres.
Ay, Campanera,
aunque la gente no quiera
tú eres la mejor de las mujeres,
porque te hizo Dios su pregonera.
¿Por qué se para la gente
na más la ven de pasar?
¿Por qué la alondra valiente
alza la frente y echa a cantar?
Dicen que si un perseguío
que anda escondío
la vino a ver.
Cuentan que amante espera
la Campanera con la ronda de las tres.
Ya era corona de gloria
to aquel revuelo verdadero por amores
cuando el roar de la noria
tapó con velo to aquel cielo
de colores.
Ay, Campanera,
y es del amante que espera
con la bendición de los altares,
como manda Dios,
su compañera.
Ay, Campanera,
aunque la gente no quiera
tú eres la mejor de las mujeres
porque te hizo Dios su compañera.