Djembé
No te quieres afinar,
yo así no puedo tocar.
No te quieres afinar.
No te quieres afinar, djembé,
yo así no puedo tocar, djembé, djembé.
En la tienda dijeron que tenías un sonido del copón
pero yo no sé por qué
no se digna aparecer
y por más que lo intento cada día
suena ~[#€#~ en vez de toooon.
Búscate un percusionista senegalés
que te saque sonido, porque yo me cansé.
¿Por qué será que entre las manos
de la gente de color
suena bien el djembé,
suena bien el djembé
y a mí me suena un truño del copón?
Creo que te destruiré, djembé,
o mejor te venderé, djembé, djembé,
y será otro pardillo el que lo intente,
y será otro pringao el que lamente
haberse comprado este puto djembé, joder,
haberse comprado un djembé, joder,
haberse comprado esta puto djembé, joder,
haberse comprado un
djembé (no te quieres afinar,
no te quieres afinar,
yo me voy a suicidar)
Sin monumentos
Vais a dejar la calle entera sin monumentos
si seguís haciendo así el pollino.
Me importa tres cataplines que hayáis ganado la copa o la liga,
en las fuentes públicas no es normal que haya gente subida.
Debo ser el único que no prueba la coca,
no sé por qué pero nunca me integro en un rito tribal
Qué ofertón
Me fui a Marruecos con mi familia
Nos gusta hacer de vez en cuando una salida,
tomar el aire, vivir la vida
y que le den por saco un poco a la rutina.
No sé por qué, pero esta visita
me resultó particularmente aburrida
hasta que un día la cosa cambió:
un gran negocio se me presentó.
Porque he cambiado a mi mujer
por un dromedario.
Porque he cambiado a mi mujer
por un dromedario.
Y el caradura del moro
pretendía que encima
yo le diera también
cuarenta kilos de arroz.
Y yo le dije que nones,
me mantuve en mis trece
y, cuando estaba por irme,
al fin se decició.
Ay, ay, ay, ay, qué ofertón, qué ofertón
Ay, ay, ay, ay, qué ofertón, qué ofertón
Un estupendo dromedario, qué ofertón, qué ofertón,
ay, ay, ay, ay, joder.
Sangre, sudor, sonrisas y lágrimas
Do de parto con dolor,
re de cálculo renal
miocardio que hace "chof",
fa de infarto cerebral,
sol de tenia o solitaria,
la de trauma vascular,
si de síndrome de Down
y otra vez ya viene el do, do, do, do,
Dormí sólo una hora o dos,
resbalón en el parqué,
mi galápago ha palmao,
falla el puto DVD,
solomillo en mal estao,
lavadora que explotó,
siglos ha que no he follao,
¿dónde está mi salvación?
Ful de reyes
Alfonso VI fue adalid
muy machote y muy viril.
Los tenía más cuadrados que el propio Cid
Isabel y Fernando
enviaron a Colón
y juntaron Castilla con Aragón.
Alfonso X era un tío sabio
que usaba la brújula
y usaba el astrolabio.
Todos los reyes hacían algo,
pero este que tenemos, ¿qué?
¿Follarse a Bárbara Rey
o comerse un maní?
Menuda ful de rey
¡Vaya ful de rey!
No te quieres afinar,
yo así no puedo tocar.
No te quieres afinar.
No te quieres afinar, djembé,
yo así no puedo tocar, djembé, djembé.
En la tienda dijeron que tenías un sonido del copón
pero yo no sé por qué
no se digna aparecer
y por más que lo intento cada día
suena ~[#€#~ en vez de toooon.
Búscate un percusionista senegalés
que te saque sonido, porque yo me cansé.
¿Por qué será que entre las manos
de la gente de color
suena bien el djembé,
suena bien el djembé
y a mí me suena un truño del copón?
Creo que te destruiré, djembé,
o mejor te venderé, djembé, djembé,
y será otro pardillo el que lo intente,
y será otro pringao el que lamente
haberse comprado este puto djembé, joder,
haberse comprado un djembé, joder,
haberse comprado esta puto djembé, joder,
haberse comprado un
djembé (no te quieres afinar,
no te quieres afinar,
yo me voy a suicidar)
Sin monumentos
Vais a dejar la calle entera sin monumentos
si seguís haciendo así el pollino.
Me importa tres cataplines que hayáis ganado la copa o la liga,
en las fuentes públicas no es normal que haya gente subida.
Debo ser el único que no prueba la coca,
no sé por qué pero nunca me integro en un rito tribal
Qué ofertón
Me fui a Marruecos con mi familia
Nos gusta hacer de vez en cuando una salida,
tomar el aire, vivir la vida
y que le den por saco un poco a la rutina.
No sé por qué, pero esta visita
me resultó particularmente aburrida
hasta que un día la cosa cambió:
un gran negocio se me presentó.
Porque he cambiado a mi mujer
por un dromedario.
Porque he cambiado a mi mujer
por un dromedario.
Y el caradura del moro
pretendía que encima
yo le diera también
cuarenta kilos de arroz.
Y yo le dije que nones,
me mantuve en mis trece
y, cuando estaba por irme,
al fin se decició.
Ay, ay, ay, ay, qué ofertón, qué ofertón
Ay, ay, ay, ay, qué ofertón, qué ofertón
Un estupendo dromedario, qué ofertón, qué ofertón,
ay, ay, ay, ay, joder.
Sangre, sudor, sonrisas y lágrimas
Do de parto con dolor,
re de cálculo renal
miocardio que hace "chof",
fa de infarto cerebral,
sol de tenia o solitaria,
la de trauma vascular,
si de síndrome de Down
y otra vez ya viene el do, do, do, do,
Dormí sólo una hora o dos,
resbalón en el parqué,
mi galápago ha palmao,
falla el puto DVD,
solomillo en mal estao,
lavadora que explotó,
siglos ha que no he follao,
¿dónde está mi salvación?
Ful de reyes
Alfonso VI fue adalid
muy machote y muy viril.
Los tenía más cuadrados que el propio Cid
Isabel y Fernando
enviaron a Colón
y juntaron Castilla con Aragón.
Alfonso X era un tío sabio
que usaba la brújula
y usaba el astrolabio.
Todos los reyes hacían algo,
pero este que tenemos, ¿qué?
¿Follarse a Bárbara Rey
o comerse un maní?
Menuda ful de rey
¡Vaya ful de rey!