Siempre le ofrecía mi paraguas,
por si llovía .. que no se mojara.
Y le tendía mi rebequita ..
justo a la hora en que refrescaba.
No me quería .. yo lo aceptaba,
pero seguía dando la vara.
La perseguía y la acosaba ..
por si cambiaba de opinión algún día.
Ella no quería romper nuestra amistad,
pero a mí todo eso me daba igual ..
tampoco era tan especial.
Y me moría por estar bajo su manta ..
y que dejasen de llamarme Pagafantas.
Después de darle mi vida entera
y de encerarle las escaleras.
Y de invitarle a .. Todo, invitarle.
Y de instalarle la tele por cable.
Entre llamadas y SMS's
y muchas otras gilipolleces ..
dilapidaba mi sueldo escaso.
Y, encima, no me hacía ni puto caso.
Ella no quería romper nuestra amistad,
pero a mí todo eso me daba igual ..
tampoco era tan especial.
Y me moría por estar bajo su manta ..
y que dejasen de llamarme Pagafantas.
Y que dejasen de llamarme Pagafantas ..
Y que dejasen de llamarme Pagafantas ..
Tras varios años de sufrimiento,
más una orden de alejamiento ..
por fin, me harté de hacer el canelo.
Y lo curioso es que .. desde el momento aquel ..
ella empezó como a echarme de menos.
por si llovía .. que no se mojara.
Y le tendía mi rebequita ..
justo a la hora en que refrescaba.
No me quería .. yo lo aceptaba,
pero seguía dando la vara.
La perseguía y la acosaba ..
por si cambiaba de opinión algún día.
Ella no quería romper nuestra amistad,
pero a mí todo eso me daba igual ..
tampoco era tan especial.
Y me moría por estar bajo su manta ..
y que dejasen de llamarme Pagafantas.
Después de darle mi vida entera
y de encerarle las escaleras.
Y de invitarle a .. Todo, invitarle.
Y de instalarle la tele por cable.
Entre llamadas y SMS's
y muchas otras gilipolleces ..
dilapidaba mi sueldo escaso.
Y, encima, no me hacía ni puto caso.
Ella no quería romper nuestra amistad,
pero a mí todo eso me daba igual ..
tampoco era tan especial.
Y me moría por estar bajo su manta ..
y que dejasen de llamarme Pagafantas.
Y que dejasen de llamarme Pagafantas ..
Y que dejasen de llamarme Pagafantas ..
Tras varios años de sufrimiento,
más una orden de alejamiento ..
por fin, me harté de hacer el canelo.
Y lo curioso es que .. desde el momento aquel ..
ella empezó como a echarme de menos.