Una llamada de télefono a Sevilla le dio
vida. Me temo que Óscar fue la madre de
ésta criatura. La primera vez que me
enfrenté a ella fue en una radio
pequeñita en la que sonaba un playback.
Nach estaba a mi derecha con capucha blanca,
él también se percató de que
algo cambiaba. Cambiamos gestitos por gestos, y
ahora me temo que hemos creado un mounstro.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios.
Por eso nos temen fachas adinerados, pijos
amaestrados y demás esclavos. Saben que
somos héroes para los más pobres,
que somos hombres libres, líderes de gestos
nobles. Yo me crié escuchando a Dash Efex,
comiendo Doritos Tex Mex, curioseando a Malcon X.
Nada que ver con vuestra Generation next. Vosotros
que vivís en dúplex, dormís
Flex y lleváis Rolex.
Aquí espandimos la plaga en la calles,
¿ves? Gérmenes llueven en
jóvenes que no siguen las órdenes
que tú les des. Nos reclaman los que aman
la libertad, esa mitad del planeta que quiere oir
la verdad. Rap que de boca en boca desemboca por
cada ciudad, rap que provoca ecos de complicidad.
Hip-Hop unidad, el símbolo sin aspirar a
tronos; un don, un micrófono y sale solo.
Sin ser un santo ni un vendido, sin ser
príncipe ni mendigo. Tranquilo, sé
lo que me digo. Nacho sigue vivo y colenado,
palabreando, golpeando a este público
dormido. Y aunque mi mar sigue sin calma, estoy en
forma en el difícil camino de seguir las
normas. Hoy traigo esa mierda que hará
saltar las alarmas, y las conciencias de esos
niños que hacen palmas. Chicos con alma que
jamás se callan, que de nuestro rap hallan
el arma y después no fallan.
Acabarán de un disparo con la estupidez,
tan sólo hagamos rap crudo y liberemonos
como Dead Prez.
Creamos en nosotros mismos de una vez por todas.
Yo represento Hip-Hop más allá de
modas; Hip-Hop poderoso como el Coloso de Rodas.
Yo represento cuatro funerales y una boda,
represento un monstruo y no podréis
derrotarlo. Hemos nacido con algo y debemos
comunicarlo, y aquí estamos sin más
intención que darlo. Nach Scratch,
Chojín. Jamás intentes negarlo.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios. Hemos creado un monstruo y vemos
el miedo en sus rostros, la histeria de aquellos
que no son como nosotros. Saben que con historias
se pueden crear imperios. La euforia en las
calles, la fobia en los ministerios.
Nadie sabe exactamente cómo empezó
todo. Los más ancianos hablan relatos
encontrados, la historia cuenta que un día
de los 80 ocurrió algo insospechado en
algún barrio, al otro lado. Música
conoció a filosofía, no debió
haber ocurrido nunca. Pero ese día los
hijos descendientes de familias enemigas,
iniciaron un idilio imposible y prohibido, como
moderno Romeo y Julieta.
Música y filosofía vivieron su
historia secreta; no funcionó, pero de
aquella unión nació un monstruo, que
dicen que hoy vive entre nosotros. Le llamaron por
muchos nombres, sufrió millones de
persecuciones por parte de industria y hombre.
Dijeron de él que era peligroso, pero yo le
conozco y sé que sólo ataca a las
ratas. Algunos le llamaron rap, otros Hip-Hop,
para otros fue aquella voz de su interior. Nunca
se pierde, porque nunca deja rastro. Nach Scratch
y Chojín. Hemos creado un monstruo.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios. Hemos creado un monstruo y vemos
el miedo en sus rostros, la histeria de aquellos
que no son como nosotros. Saben que con historias
se pueden crear imperios. La euforia en las
calles, la fobia en los ministerios.
Jamás intentes negarlo, no, no intentes
negarlo. Tú, tú que sólo
sabes escuchar canciones pachangeras y facilonas,
de amoríos baratos y esas gilipolleces.
Tú que te pasas el día mandando
mensajitos al Crónicas Marcianas, y que
llamas al 906 para votar por Ainhoa, mientras
Telefónica tiene más pasta que toda
África junta.
Tú que no estudias porque éste
sistema educativo quiere que seas ignorante, para
manipularte como una jodida marioneta. Y luego vas
de mafiosillo y de chiquillo chungo, sin saber la
libertad que te quita esa pastilla que te hace
sentir formar parte de algo. De qué formas
parte, ¿eh? De qué cárcel
formas parte.
Nosotros hemos creado un monstruo, dotado de
sabiduría y de inteligencia; monstruo
creador de una ciencia, capaz de activar
conciencias. Es nuestro sacrificio, nuestra lucha
es que ese monstruo crezca e invada cada vida,
cada ciudad, cada calle, cada mentalidad. Mira, ni
actores ni deportistas conocen mis rimas, pero no
pasa nada, la revolución jamás
será televisada. Jamás intentes
negarlo, jamás. Paz.
vida. Me temo que Óscar fue la madre de
ésta criatura. La primera vez que me
enfrenté a ella fue en una radio
pequeñita en la que sonaba un playback.
Nach estaba a mi derecha con capucha blanca,
él también se percató de que
algo cambiaba. Cambiamos gestitos por gestos, y
ahora me temo que hemos creado un mounstro.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios.
Por eso nos temen fachas adinerados, pijos
amaestrados y demás esclavos. Saben que
somos héroes para los más pobres,
que somos hombres libres, líderes de gestos
nobles. Yo me crié escuchando a Dash Efex,
comiendo Doritos Tex Mex, curioseando a Malcon X.
Nada que ver con vuestra Generation next. Vosotros
que vivís en dúplex, dormís
Flex y lleváis Rolex.
Aquí espandimos la plaga en la calles,
¿ves? Gérmenes llueven en
jóvenes que no siguen las órdenes
que tú les des. Nos reclaman los que aman
la libertad, esa mitad del planeta que quiere oir
la verdad. Rap que de boca en boca desemboca por
cada ciudad, rap que provoca ecos de complicidad.
Hip-Hop unidad, el símbolo sin aspirar a
tronos; un don, un micrófono y sale solo.
Sin ser un santo ni un vendido, sin ser
príncipe ni mendigo. Tranquilo, sé
lo que me digo. Nacho sigue vivo y colenado,
palabreando, golpeando a este público
dormido. Y aunque mi mar sigue sin calma, estoy en
forma en el difícil camino de seguir las
normas. Hoy traigo esa mierda que hará
saltar las alarmas, y las conciencias de esos
niños que hacen palmas. Chicos con alma que
jamás se callan, que de nuestro rap hallan
el arma y después no fallan.
Acabarán de un disparo con la estupidez,
tan sólo hagamos rap crudo y liberemonos
como Dead Prez.
Creamos en nosotros mismos de una vez por todas.
Yo represento Hip-Hop más allá de
modas; Hip-Hop poderoso como el Coloso de Rodas.
Yo represento cuatro funerales y una boda,
represento un monstruo y no podréis
derrotarlo. Hemos nacido con algo y debemos
comunicarlo, y aquí estamos sin más
intención que darlo. Nach Scratch,
Chojín. Jamás intentes negarlo.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios. Hemos creado un monstruo y vemos
el miedo en sus rostros, la histeria de aquellos
que no son como nosotros. Saben que con historias
se pueden crear imperios. La euforia en las
calles, la fobia en los ministerios.
Nadie sabe exactamente cómo empezó
todo. Los más ancianos hablan relatos
encontrados, la historia cuenta que un día
de los 80 ocurrió algo insospechado en
algún barrio, al otro lado. Música
conoció a filosofía, no debió
haber ocurrido nunca. Pero ese día los
hijos descendientes de familias enemigas,
iniciaron un idilio imposible y prohibido, como
moderno Romeo y Julieta.
Música y filosofía vivieron su
historia secreta; no funcionó, pero de
aquella unión nació un monstruo, que
dicen que hoy vive entre nosotros. Le llamaron por
muchos nombres, sufrió millones de
persecuciones por parte de industria y hombre.
Dijeron de él que era peligroso, pero yo le
conozco y sé que sólo ataca a las
ratas. Algunos le llamaron rap, otros Hip-Hop,
para otros fue aquella voz de su interior. Nunca
se pierde, porque nunca deja rastro. Nach Scratch
y Chojín. Hemos creado un monstruo.
Hemos creado un monstruo y vemos el miedo en sus
rostros, la histeria de aquellos que no son como
nosotros. Saben que con historias se pueden crear
imperios. La euforia en las calles, la fobia en
los ministerios. Hemos creado un monstruo y vemos
el miedo en sus rostros, la histeria de aquellos
que no son como nosotros. Saben que con historias
se pueden crear imperios. La euforia en las
calles, la fobia en los ministerios.
Jamás intentes negarlo, no, no intentes
negarlo. Tú, tú que sólo
sabes escuchar canciones pachangeras y facilonas,
de amoríos baratos y esas gilipolleces.
Tú que te pasas el día mandando
mensajitos al Crónicas Marcianas, y que
llamas al 906 para votar por Ainhoa, mientras
Telefónica tiene más pasta que toda
África junta.
Tú que no estudias porque éste
sistema educativo quiere que seas ignorante, para
manipularte como una jodida marioneta. Y luego vas
de mafiosillo y de chiquillo chungo, sin saber la
libertad que te quita esa pastilla que te hace
sentir formar parte de algo. De qué formas
parte, ¿eh? De qué cárcel
formas parte.
Nosotros hemos creado un monstruo, dotado de
sabiduría y de inteligencia; monstruo
creador de una ciencia, capaz de activar
conciencias. Es nuestro sacrificio, nuestra lucha
es que ese monstruo crezca e invada cada vida,
cada ciudad, cada calle, cada mentalidad. Mira, ni
actores ni deportistas conocen mis rimas, pero no
pasa nada, la revolución jamás
será televisada. Jamás intentes
negarlo, jamás. Paz.