Apostando por la mala vida,
con mucho para perder
sin terminar la partida,
ya empezaba a correr.
Los paraísos perdidos,
a los que intentaba trepar,
los encontré sumergidos
en el fondo del mar.
Los días buenos
son zapatos mojados
en una ventana.
Y en los no tan buenos
el universo ha cerrado
ya la persiana.
Que "los placeres furtivos
los quieren legalizar",
lo dijo un ángel caído,
al que acababan de echar.
Por seducir a una bruja
fui condenado a buscar
una cabeza de aguja
en este infinito pajar.
Los días buenos
son cortinas de humo,
como sospechaba.
Y en los no tan buenos
si puedo me esfumo
cuando la suerte se acaba.
Los días buenos
son las cartas marcadas
de la baraja.
Y los no tan buenos
son las plegarias cansadas
de un muñeco de paja.
Bajo aquella media luna sin filo
se hacía imposible olvidar
que la niebla del alma es de un hilo
hecho para durar.
El tiempo lo ha confirmado:
los días mejores
no son más que un puñado
de desertores.
En los días buenos
se funde en el hielo
todo lo conocido.
Y en los no tan buenos
doy gracias al cielo
al ver tu cuerpo dormido.
Los días buenos
son cortinas de humo,
como sospechaba.
Y en los no tan buenos
si puedo me esfumo
cuando la suerte se acaba.
con mucho para perder
sin terminar la partida,
ya empezaba a correr.
Los paraísos perdidos,
a los que intentaba trepar,
los encontré sumergidos
en el fondo del mar.
Los días buenos
son zapatos mojados
en una ventana.
Y en los no tan buenos
el universo ha cerrado
ya la persiana.
Que "los placeres furtivos
los quieren legalizar",
lo dijo un ángel caído,
al que acababan de echar.
Por seducir a una bruja
fui condenado a buscar
una cabeza de aguja
en este infinito pajar.
Los días buenos
son cortinas de humo,
como sospechaba.
Y en los no tan buenos
si puedo me esfumo
cuando la suerte se acaba.
Los días buenos
son las cartas marcadas
de la baraja.
Y los no tan buenos
son las plegarias cansadas
de un muñeco de paja.
Bajo aquella media luna sin filo
se hacía imposible olvidar
que la niebla del alma es de un hilo
hecho para durar.
El tiempo lo ha confirmado:
los días mejores
no son más que un puñado
de desertores.
En los días buenos
se funde en el hielo
todo lo conocido.
Y en los no tan buenos
doy gracias al cielo
al ver tu cuerpo dormido.
Los días buenos
son cortinas de humo,
como sospechaba.
Y en los no tan buenos
si puedo me esfumo
cuando la suerte se acaba.