Anuncios en el cielo me venden el paraíso
Gigantes de acero interconectan deseos
Llego a su cerebro por sus pisos corredizos
Todo es inteligente y sonrío complaciente
Me siento tan bien
y me vuelvo de aluminio
Hoy mi corazón es de un plástico divino
Pero se escucha un murmurar
Es la voz del alma del canto de la piedra
que intenta perdurar y grita:
El viento sin destino me ha apartado del camino
El cielo en su castigo me ha olvidado
Te veo al otro lado de mi módulo de vidrio
Conspira y desconecta ya si es ese tu deseo
Estamos simulando que es vital el objetivo
Tus gestos me convencen
que más alto no es suficiente
Me siento tan bien
y me vuelvo de aluminio
Hoy mi corazón es de un plástico divino
Dime tú a quién ves
reflejado en el olvido
Dime quién seré
si no soy ya mi asesino.
Metrópoli
ya no despiertas al sol
Metrópoli
ya no se encuentra tu dios
Metrópoli
sólo se escucha tu voz
que no despierta
que no despierta al sol
en mi conciencia
Gigantes de acero interconectan deseos
Llego a su cerebro por sus pisos corredizos
Todo es inteligente y sonrío complaciente
Me siento tan bien
y me vuelvo de aluminio
Hoy mi corazón es de un plástico divino
Pero se escucha un murmurar
Es la voz del alma del canto de la piedra
que intenta perdurar y grita:
El viento sin destino me ha apartado del camino
El cielo en su castigo me ha olvidado
Te veo al otro lado de mi módulo de vidrio
Conspira y desconecta ya si es ese tu deseo
Estamos simulando que es vital el objetivo
Tus gestos me convencen
que más alto no es suficiente
Me siento tan bien
y me vuelvo de aluminio
Hoy mi corazón es de un plástico divino
Dime tú a quién ves
reflejado en el olvido
Dime quién seré
si no soy ya mi asesino.
Metrópoli
ya no despiertas al sol
Metrópoli
ya no se encuentra tu dios
Metrópoli
sólo se escucha tu voz
que no despierta
que no despierta al sol
en mi conciencia