Hay un hombre apostado en el tejado,
con un frío brillo en la mirada.
Su dedo acaricia un gatillo,
el mundo entero en el punto de mira.
La ciudad está a tus pies,
no está mal para empezar.
Ahora viene lo mejor, vas a hacerla bailar.
Nadie hizo nada por ti,
si no fue para matar,
cada sueño cada sonrisa.
Ahora se van a enterar,
de lo que se puede hacer
con veinte años de mala ostia.
¡Dispara ya!
con un frío brillo en la mirada.
Su dedo acaricia un gatillo,
el mundo entero en el punto de mira.
La ciudad está a tus pies,
no está mal para empezar.
Ahora viene lo mejor, vas a hacerla bailar.
Nadie hizo nada por ti,
si no fue para matar,
cada sueño cada sonrisa.
Ahora se van a enterar,
de lo que se puede hacer
con veinte años de mala ostia.
¡Dispara ya!