Bravo, permiteme aplaudir,
por la forma de herir, mis sentimientos.
Bravo, te vuelvo a repetir,
por tus falsos e infames juramentos.
Todo aquello que sentí,
en nuestra intimidad,
tan bello.
Quién me iba a decir,
que lo habrías de volcar en sufrimiento.
Te odio tanto,
que yo mismo me espanto,
de mi forma de odiar.
Deseo, que después que te mueras
no haya para tí un lugar.
El infierno, resulta un cielo
comparado con tu alma.
Y que Dios me perdone,
por desear que ni muerta,
tengas calma.
Te odio tanto,
que yo mismo me espanto,
de mi forma de odiar.
Deseo, que después que te mueras
no haya para tí un lugar.
El infierno, resulta un cielo comparado
con tu alma
y que Dios me perdone,
por desear que ni muerta tengas calma.
por la forma de herir, mis sentimientos.
Bravo, te vuelvo a repetir,
por tus falsos e infames juramentos.
Todo aquello que sentí,
en nuestra intimidad,
tan bello.
Quién me iba a decir,
que lo habrías de volcar en sufrimiento.
Te odio tanto,
que yo mismo me espanto,
de mi forma de odiar.
Deseo, que después que te mueras
no haya para tí un lugar.
El infierno, resulta un cielo
comparado con tu alma.
Y que Dios me perdone,
por desear que ni muerta,
tengas calma.
Te odio tanto,
que yo mismo me espanto,
de mi forma de odiar.
Deseo, que después que te mueras
no haya para tí un lugar.
El infierno, resulta un cielo comparado
con tu alma
y que Dios me perdone,
por desear que ni muerta tengas calma.