Desde las alturas no se ve
todo lo que encuentras al caer.
Es el instinto quien te empuja
a dar el salto por primera vez.
Este viaje acaba de empezar,
no importa dónde nos pueda llevar.
Los barcos arden en el agua
y aún así continuaremos con el plan:
atravesar el horizonte
disfrutando del placer de fracasar.
Esto es todo lo que he podido hacer yo
pero fue más fuerte la tentación
de tomar parte en la batalla
dejándome llevar por la intuición.
Furioso y desequilibrado
apuestas al caballo perdedor.
La dinamita entre las manos
y en la cabeza está el detonador.
Con las pupilas dilatadas
infectados por el virus del punk-rock.
todo lo que encuentras al caer.
Es el instinto quien te empuja
a dar el salto por primera vez.
Este viaje acaba de empezar,
no importa dónde nos pueda llevar.
Los barcos arden en el agua
y aún así continuaremos con el plan:
atravesar el horizonte
disfrutando del placer de fracasar.
Esto es todo lo que he podido hacer yo
pero fue más fuerte la tentación
de tomar parte en la batalla
dejándome llevar por la intuición.
Furioso y desequilibrado
apuestas al caballo perdedor.
La dinamita entre las manos
y en la cabeza está el detonador.
Con las pupilas dilatadas
infectados por el virus del punk-rock.