Recogeré el estandarte,
no tengo miedo, nuestras dudas deben morir.
He pasado demasiado tiempo
decidiendo si parar o seguir.
Si rompen mis huesos en combates que no venceremos
asumiremos como punto de partida nuestro fin.
Vamos a entrar, es el momento,
una estampida de animales corre dentro de mí.
A nuestro paso se levanta el polvo,
veo las luces, siempre estuvieron ahí.
Los ojos de los cuervos, testigos del encuentro,
custodian la salida, no podrás huir.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.
Combaten hasta perder el aliento
con la actitud precisa de un depredador.
No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuego sereno y hay gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos no alumbran, queman; pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y, quien se acerca, se enciende.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.
Combaten hasta perder el aliento
con la actitud precisa de un depredador.
El fuego que calcinó nuestros sueños
hoy es la llama que hace arder esta ciudad.
Vivimos esperando el momento
con la actitud precisa de un depredador.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.
no tengo miedo, nuestras dudas deben morir.
He pasado demasiado tiempo
decidiendo si parar o seguir.
Si rompen mis huesos en combates que no venceremos
asumiremos como punto de partida nuestro fin.
Vamos a entrar, es el momento,
una estampida de animales corre dentro de mí.
A nuestro paso se levanta el polvo,
veo las luces, siempre estuvieron ahí.
Los ojos de los cuervos, testigos del encuentro,
custodian la salida, no podrás huir.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.
Combaten hasta perder el aliento
con la actitud precisa de un depredador.
No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuego sereno y hay gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos no alumbran, queman; pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y, quien se acerca, se enciende.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.
Combaten hasta perder el aliento
con la actitud precisa de un depredador.
El fuego que calcinó nuestros sueños
hoy es la llama que hace arder esta ciudad.
Vivimos esperando el momento
con la actitud precisa de un depredador.
Corriendo como animales hambrientos.
Una manada acechando al cazador.