Llegamos a tal extremo
que no hubo más remedio que gritar.
Y el daño fue tanto que ahora no hablamos más
que de otros que gritan para aliviarnos la c**pa.
Hace frío en nuestra casa.
Aunque te quiera en el alma, o tú a mí,
la cama está helada contigo es una antártida.
No temo perderte, temo dormir en el sofá.
que no hubo más remedio que gritar.
Y el daño fue tanto que ahora no hablamos más
que de otros que gritan para aliviarnos la c**pa.
Hace frío en nuestra casa.
Aunque te quiera en el alma, o tú a mí,
la cama está helada contigo es una antártida.
No temo perderte, temo dormir en el sofá.