Al enterarme de su destino,
no recuerdo haber llorado.
Aceptó la soledad sonriendo,
sin dar la sombra de un reproche.
Me imagino que veo su cara
al volverse y dar la espalda.
A su modo entiendo la locura
y oigo su risa que ahoga el viento.
no recuerdo haber llorado.
Aceptó la soledad sonriendo,
sin dar la sombra de un reproche.
Me imagino que veo su cara
al volverse y dar la espalda.
A su modo entiendo la locura
y oigo su risa que ahoga el viento.