Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Vengo como loco por la vida,
con el corazón latiendo
porque sabe que tú estás.
Ay, vida, que palpita de alegría,
que me embriaga el sentimiento
con tus besos más y más.
Ay, tienes el embrujo de la luna,
la belleza de una rosa
y la tibieza del mar.
Ay, eres vino dulce de las uvas
donde bebo con tus labios
de la fuente para amar.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací. (...Que nací.)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Ganas de vivir aquí a tu lado,
a tu cuerpo encadenado,
hechizado de pasión.
Ay, nada, sin tu amor yo no soy nada,
soy un barco a la deriva
que naufraga de dolor.
El perfume de tu aliento quiero respirar
y esa magia que hay en tu mirar;
ser el héroe de tus sueños, todo y mucho más;
quiero ser tu calma y tempestad.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada dia;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
(¡Mira... sí!
¡oh, no, ay, ay, ay, ay, ah,
ay, ay, ay, ah!)
Acércate muy lento, déjate sentir,
enciende ya este fuego que hay dentro de mí.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
Sin tus besos soy un pobre corazón.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
A tu lado no hay pesares, no hay dolor.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
Que tu recuerdo siempre va por donde voy.
Ay, virgencita del cielo, cómo la quiero;
ella es la luna, ella es la luna, sin ella muero.
De rodillas yo te lo pido: dile que yo la estoy amando,
ya no quiero vivir solito; dime hasta cuándo.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací. (...Que nací.)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi. (¡Sí!)
Bulería, bulería, tan dentro del alma mia,
es la sangre de la tierra en que nací. (Bulería...)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
¡¡Bulería, Bulería!
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Vengo como loco por la vida,
con el corazón latiendo
porque sabe que tú estás.
Ay, vida, que palpita de alegría,
que me embriaga el sentimiento
con tus besos más y más.
Ay, tienes el embrujo de la luna,
la belleza de una rosa
y la tibieza del mar.
Ay, eres vino dulce de las uvas
donde bebo con tus labios
de la fuente para amar.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací. (...Que nací.)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Ganas de vivir aquí a tu lado,
a tu cuerpo encadenado,
hechizado de pasión.
Ay, nada, sin tu amor yo no soy nada,
soy un barco a la deriva
que naufraga de dolor.
El perfume de tu aliento quiero respirar
y esa magia que hay en tu mirar;
ser el héroe de tus sueños, todo y mucho más;
quiero ser tu calma y tempestad.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada dia;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací.
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
(¡Mira... sí!
¡oh, no, ay, ay, ay, ay, ah,
ay, ay, ay, ah!)
Acércate muy lento, déjate sentir,
enciende ya este fuego que hay dentro de mí.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
Sin tus besos soy un pobre corazón.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
A tu lado no hay pesares, no hay dolor.
(Ay, ay, ay, no me dejes sin tu amor)
Que tu recuerdo siempre va por donde voy.
Ay, virgencita del cielo, cómo la quiero;
ella es la luna, ella es la luna, sin ella muero.
De rodillas yo te lo pido: dile que yo la estoy amando,
ya no quiero vivir solito; dime hasta cuándo.
Bulería, bulería, tan dentro del alma mía,
es la sangre de la tierra en que nací. (...Que nací.)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi. (¡Sí!)
Bulería, bulería, tan dentro del alma mia,
es la sangre de la tierra en que nací. (Bulería...)
Bulería, bulería, más te quiero cada día;
de ti vivo enamorado desde que te vi.
¡¡Bulería, Bulería!