Me muerdo los labios para no llamarte,
Me queman tus besos, me sigue tu voz;
Pensando que hay otro que pueda besarte,
Se llena mi pecho de rabia y rencor.
Prendida en la fiebre brutal de mi sangre
Te llevo muy dentro, muy dentro de mí;
Te niego, te busco, te odio y te quiero
Y tengo en el pecho un infierno por tí.
Te odio y te quiero,
Porque a tí te debo mis horas amargas,
Mis horas de bien.
Te odio y te quiero, tú fuiste el milagro,
La espina que duele y el beso de amor.
Por eso te odio, por eso te quiero,
Con todas las fuerzas de mi corazón.
No quiero nombrarte y busco en las copas
el vino de olvido que nunca se va.
Pensando arrancarte busqué en otras bocas
el beso que borre tu beso inmortal;
y todo es inútil, ni copas ni besos
pueden separarte, separarte de mí.
Te llevo en mi sangre, te odio y te quiero
y tengo en el pecho un infierno por ti.
Te odio y te quiero...
Me queman tus besos, me sigue tu voz;
Pensando que hay otro que pueda besarte,
Se llena mi pecho de rabia y rencor.
Prendida en la fiebre brutal de mi sangre
Te llevo muy dentro, muy dentro de mí;
Te niego, te busco, te odio y te quiero
Y tengo en el pecho un infierno por tí.
Te odio y te quiero,
Porque a tí te debo mis horas amargas,
Mis horas de bien.
Te odio y te quiero, tú fuiste el milagro,
La espina que duele y el beso de amor.
Por eso te odio, por eso te quiero,
Con todas las fuerzas de mi corazón.
No quiero nombrarte y busco en las copas
el vino de olvido que nunca se va.
Pensando arrancarte busqué en otras bocas
el beso que borre tu beso inmortal;
y todo es inútil, ni copas ni besos
pueden separarte, separarte de mí.
Te llevo en mi sangre, te odio y te quiero
y tengo en el pecho un infierno por ti.
Te odio y te quiero...