Cuando sueñan, los olivos canta el viento en aimogasta
Allí te ame, a plena luz del día, llore y reí contigo
Solo porque te amaba...
Pero a veces te espero,
Pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo y es mi amor como un canto,
Pero a veces te espero, pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo, y es mi amor como un canto...
Esta historia que yo cuanto nació en un pueblo distante, lejos, lejos del amor que mi corazón reclama, no ardió el fuego en la estrella, fueron sueños sencillos, pero hermosos al fin, después cayó la nieve allí donde vivimos sobre el pueblo en penumbras, llovió un amanecer mas de todo lo nuestro , lo amado y lo gozado los recuerda la tierra donde tanto te ame, si al apretar tus labios sientes remordimientos, y relumbra en tus ojos el fuego de ese amor, búscame en las guitarras celestes del otoño, anda y pone en mis versos dos rosas amarillas y en tierras de Aimogasta mis poemas de amor. Y volverán los viejos caminos de la rioja desde olta hasta Aimogasta, de aicuña hasta mana a desojar los cuentos escritos en la bruma cuando soñó mi alma con el amor eterno y el viento era mi canto hostigando tu adiós
Pero a veces te espero,
Pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo y es mi amor como un canto,
Pero a veces te espero, pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo, y es mi amor como un canto...
Allí te ame, a plena luz del día, llore y reí contigo
Solo porque te amaba...
Pero a veces te espero,
Pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo y es mi amor como un canto,
Pero a veces te espero, pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo, y es mi amor como un canto...
Esta historia que yo cuanto nació en un pueblo distante, lejos, lejos del amor que mi corazón reclama, no ardió el fuego en la estrella, fueron sueños sencillos, pero hermosos al fin, después cayó la nieve allí donde vivimos sobre el pueblo en penumbras, llovió un amanecer mas de todo lo nuestro , lo amado y lo gozado los recuerda la tierra donde tanto te ame, si al apretar tus labios sientes remordimientos, y relumbra en tus ojos el fuego de ese amor, búscame en las guitarras celestes del otoño, anda y pone en mis versos dos rosas amarillas y en tierras de Aimogasta mis poemas de amor. Y volverán los viejos caminos de la rioja desde olta hasta Aimogasta, de aicuña hasta mana a desojar los cuentos escritos en la bruma cuando soñó mi alma con el amor eterno y el viento era mi canto hostigando tu adiós
Pero a veces te espero,
Pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo y es mi amor como un canto,
Pero a veces te espero, pero a veces me abrazas, pero a veces te llamo, y es mi amor como un canto...