No la conocí de nada
y me partió el alma en dos días.
Cuentan que iba para hada,
pero acabó siendo arpía.
No coincidí ni un segundo
con esta diva del vicio,
sabe de sobras el mundo
que no lo hacía por oficio.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.
Cuentan que te poseía,
que eras parte de su cuerpo,
sus ojos eran poesía,
sueño de marinero en puerto.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.
Las migajas que dejaba
cuando desaparecía,
no servían para nada,
eran de melancolía.
Me contaron esta historia
en un bar que frecuentaba
la que acabó siendo arpía,
aunque nació para hada.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.
y me partió el alma en dos días.
Cuentan que iba para hada,
pero acabó siendo arpía.
No coincidí ni un segundo
con esta diva del vicio,
sabe de sobras el mundo
que no lo hacía por oficio.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.
Cuentan que te poseía,
que eras parte de su cuerpo,
sus ojos eran poesía,
sueño de marinero en puerto.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.
Las migajas que dejaba
cuando desaparecía,
no servían para nada,
eran de melancolía.
Me contaron esta historia
en un bar que frecuentaba
la que acabó siendo arpía,
aunque nació para hada.
Todos le decían jazmín,
por el olor que emanaba,
dibujaba con carmín
el placer en cada almohada.