No des más latigazos en el timón de mis labios,
Señor no me castiges más,
no claves más flechas en el lago de mis ojos
que no, no me quiero curar.
Aquí estoy en mi canción y no hay droga que me calme,
suplicando a mi cielo un poco de compasión.
Hace mucho que me fui y nunca podré olvidarte,
infectado aún de tus besos y de tu incurable amor.
Enfermo de ti en este mar de niebla,
voy a teñir la nieve con mi soledad.
Enfermo de ti, mi alma es un bosque oscuro
donde yacen los escombros de mi voluntad.
Ya no tengo tus colores para mis sueños pintar,
esas palabras de seda que acariciaban mi mar.
Tus labios de terciopelo, tus brazos de bronce y miel
no están ya cada mañana y ahora es invierno en mi sien.
Tu linda sombra desapareció
y estoy perdido sin tu perfume azul,
en laberintos de cuchillas de flor,
caducas mi suspirar ni siente mi corazón.
Descalzo en rojo carbón,
mi voz sangra esta canción.
Enfermo de ti en este mar de niebla,
voy a teñir la nieve con mi soledad.
Enfermo de ti, voy a morir la vida
y pedirte que me mates
para que no te olvides nunca de mí.
Señor no me castiges más,
no claves más flechas en el lago de mis ojos
que no, no me quiero curar.
Aquí estoy en mi canción y no hay droga que me calme,
suplicando a mi cielo un poco de compasión.
Hace mucho que me fui y nunca podré olvidarte,
infectado aún de tus besos y de tu incurable amor.
Enfermo de ti en este mar de niebla,
voy a teñir la nieve con mi soledad.
Enfermo de ti, mi alma es un bosque oscuro
donde yacen los escombros de mi voluntad.
Ya no tengo tus colores para mis sueños pintar,
esas palabras de seda que acariciaban mi mar.
Tus labios de terciopelo, tus brazos de bronce y miel
no están ya cada mañana y ahora es invierno en mi sien.
Tu linda sombra desapareció
y estoy perdido sin tu perfume azul,
en laberintos de cuchillas de flor,
caducas mi suspirar ni siente mi corazón.
Descalzo en rojo carbón,
mi voz sangra esta canción.
Enfermo de ti en este mar de niebla,
voy a teñir la nieve con mi soledad.
Enfermo de ti, voy a morir la vida
y pedirte que me mates
para que no te olvides nunca de mí.