En el fondo del río
en los pliegues del alma
en las manos que arrastran
incansables jornadas.
En los quietos palmares,
por caminos de tierra
en los viejos vecinos
en la paz dominguera.
En la siesta descalza
bajo la enredadera
hay un duende que hamaca
su acordeón verdulera.
En el rancho orillero
donde nacen los hijos
y se acunan las tardes
como un dúo de grillos.
En la boca que besa
ese vaso de vino
y florece en canciones
abrazada al amigo.
En las noches que vago
por abismos de estrellas,
un soplido de fuelle
por el aire me lleva.
En la luz de los ojos
de una reina morena
en el sueño borracho
del que muere de pena.
En las plazas gastadas
por amores que esperan
en la voz cristalina
de los labios que tiemblan.
en mis padres mateando
con la radio en la oreja
chamamé que suspira
corazones que vuelan.
Viento norte que traes
tanto fuego en la sangre
yo nací bajo el manto
con que envuelves el aire
de esta tierra que guarda
en su alma sonora
el lamento de parches
y de flautas que lloran
Yo te llevo en mis brazos
con olor a madera
Corazón que suspira
Chamamé que se eleva.
en los pliegues del alma
en las manos que arrastran
incansables jornadas.
En los quietos palmares,
por caminos de tierra
en los viejos vecinos
en la paz dominguera.
En la siesta descalza
bajo la enredadera
hay un duende que hamaca
su acordeón verdulera.
En el rancho orillero
donde nacen los hijos
y se acunan las tardes
como un dúo de grillos.
En la boca que besa
ese vaso de vino
y florece en canciones
abrazada al amigo.
En las noches que vago
por abismos de estrellas,
un soplido de fuelle
por el aire me lleva.
En la luz de los ojos
de una reina morena
en el sueño borracho
del que muere de pena.
En las plazas gastadas
por amores que esperan
en la voz cristalina
de los labios que tiemblan.
en mis padres mateando
con la radio en la oreja
chamamé que suspira
corazones que vuelan.
Viento norte que traes
tanto fuego en la sangre
yo nací bajo el manto
con que envuelves el aire
de esta tierra que guarda
en su alma sonora
el lamento de parches
y de flautas que lloran
Yo te llevo en mis brazos
con olor a madera
Corazón que suspira
Chamamé que se eleva.