Me lo dijeron mil veces,
más yo nunca quise poner atención.
Cuando vinieron los llantos
ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde,
ningún reproche te hacía;
lo más que te preguntaba
era que si me querías.
Y bajo tus besos en la madrugá,
sin que tú notaras la crú de mi angustia
solía cantá:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vía,
más que al aire que respiro
y más que a la mare mía.
Que se me sarten los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi muerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Vives con unas y otras
y na se te importa de mi soledá;
sabes que tienes un hijo
y ni el apellío le vienes a da.
Llorando junto a la cuna
me dan las claras del día;
¡mi niño no tiene pare...
qué pena de suerte mía!
Anda, rey de españa, vamos a dormí...
Y, sin darme cuenta, en ve de la nana
yo le canto así:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vía,
más que al aire que respiro
y más que a la mare mía.
Que se me sarten los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi nuerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Que se me paren los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi nuerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Quintero - León - Quiroga
más yo nunca quise poner atención.
Cuando vinieron los llantos
ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde,
ningún reproche te hacía;
lo más que te preguntaba
era que si me querías.
Y bajo tus besos en la madrugá,
sin que tú notaras la crú de mi angustia
solía cantá:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vía,
más que al aire que respiro
y más que a la mare mía.
Que se me sarten los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi muerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Vives con unas y otras
y na se te importa de mi soledá;
sabes que tienes un hijo
y ni el apellío le vienes a da.
Llorando junto a la cuna
me dan las claras del día;
¡mi niño no tiene pare...
qué pena de suerte mía!
Anda, rey de españa, vamos a dormí...
Y, sin darme cuenta, en ve de la nana
yo le canto así:
Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vía,
más que al aire que respiro
y más que a la mare mía.
Que se me sarten los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi nuerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Que se me paren los pursos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.
Eres mi vía y mi nuerte,
te lo juro, compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte,
y sin embargo te quiero.
Quintero - León - Quiroga