I
Doña María Manuela
tiene dos hijas,
una se llama Eugenia
y otra Francisca.
Los majos de Granada
las solicitan
porque las dos son guapas
y granadinas.
Pero mi señora María Manuela,
que en los casamientos tiene mucha escuela,
les dice a los majos con mucho primor,
mientras abre y cierra su abanico malva:
Paca ha de llamarse duquesa de Alba
y Eugenia señora de un emperador.
Y a la cuesta de Gomérez,
que al río dormido baja,
flor y nata de donceles
a doña Manuela cantan:
Estribillo:
Eugenia de Montijo,
que pena, pena,
que te vayas de España
para ser reina.
Por las lises de Francia
Granada dejas
y las aguas del Darro
por las del Sena.
Eugenia de Montijo,
que pena, pena.
II
Se salió con la suya,
María Manuela,
una reina es de Francia
y otra duquesa.
Pero Paca se muere
bajo la niebla
y Eugenia en el Versalles
se siente presa.
Y está mi señora María Manuela
hecha una pasita junto a la cancela,
en aquel palacio del viejo Madrid,
con su pobre vida rota en dos mitades:
París que la llena de fatalidades
y Granada viva de luz del Geníl.
Y a la cuesta de Gomérez,
que al río dormido baja,
torna sus miradas fieles
mientras su vida se apaga.
Estribillo:
Eugenia de Montijo,
que pena, pena,
que te vayas de España
para ser reina.
Por las lises de Francia
Granada dejas
y las aguas del Darro
por las del Sena.
Eugenia de Montijo,
que pena, pena..
Doña María Manuela
tiene dos hijas,
una se llama Eugenia
y otra Francisca.
Los majos de Granada
las solicitan
porque las dos son guapas
y granadinas.
Pero mi señora María Manuela,
que en los casamientos tiene mucha escuela,
les dice a los majos con mucho primor,
mientras abre y cierra su abanico malva:
Paca ha de llamarse duquesa de Alba
y Eugenia señora de un emperador.
Y a la cuesta de Gomérez,
que al río dormido baja,
flor y nata de donceles
a doña Manuela cantan:
Estribillo:
Eugenia de Montijo,
que pena, pena,
que te vayas de España
para ser reina.
Por las lises de Francia
Granada dejas
y las aguas del Darro
por las del Sena.
Eugenia de Montijo,
que pena, pena.
II
Se salió con la suya,
María Manuela,
una reina es de Francia
y otra duquesa.
Pero Paca se muere
bajo la niebla
y Eugenia en el Versalles
se siente presa.
Y está mi señora María Manuela
hecha una pasita junto a la cancela,
en aquel palacio del viejo Madrid,
con su pobre vida rota en dos mitades:
París que la llena de fatalidades
y Granada viva de luz del Geníl.
Y a la cuesta de Gomérez,
que al río dormido baja,
torna sus miradas fieles
mientras su vida se apaga.
Estribillo:
Eugenia de Montijo,
que pena, pena,
que te vayas de España
para ser reina.
Por las lises de Francia
Granada dejas
y las aguas del Darro
por las del Sena.
Eugenia de Montijo,
que pena, pena..