Para empezar a cantar,
para empezar a cantar,
pido permiso primero.
Señores son las mañanas,
señores son las mañanas,
de Benjamín Argumedo.
Lo bajaron por la sierra,
lo bajaron por la sierra,
todo liado como un cuete.
Lo pasan por San Miguel,
lo pasan por San Miguel,
lo llevan a Sombrerete.
Oiga usted mí general,
oiga usted mí general,
yo también fuí hombre valiente.
Quiero que usted me fusile,
quiero que usted me fusile,
en público de la gente.
(música)
Tanto pelear y pelear,
Tanto pelear y pelear,
con el máuser en la mano.
Vine a morir fusilado,
vine a morir fusilado,
en el pantéon de Durango.
Adiós también el reloj,
Adiós también el reloj,
sus horas me atormentaban.
Pues clarito me decían,
pues clarito me decían,
las horas que me faltaban.
Ya con esta me despido,
ya con esta me despido,
porque cantar ya no puedo.
Señores son las mañanas,
señores son las mañanas,
de Benjamín Argumedo.
para empezar a cantar,
pido permiso primero.
Señores son las mañanas,
señores son las mañanas,
de Benjamín Argumedo.
Lo bajaron por la sierra,
lo bajaron por la sierra,
todo liado como un cuete.
Lo pasan por San Miguel,
lo pasan por San Miguel,
lo llevan a Sombrerete.
Oiga usted mí general,
oiga usted mí general,
yo también fuí hombre valiente.
Quiero que usted me fusile,
quiero que usted me fusile,
en público de la gente.
(música)
Tanto pelear y pelear,
Tanto pelear y pelear,
con el máuser en la mano.
Vine a morir fusilado,
vine a morir fusilado,
en el pantéon de Durango.
Adiós también el reloj,
Adiós también el reloj,
sus horas me atormentaban.
Pues clarito me decían,
pues clarito me decían,
las horas que me faltaban.
Ya con esta me despido,
ya con esta me despido,
porque cantar ya no puedo.
Señores son las mañanas,
señores son las mañanas,
de Benjamín Argumedo.