Zaguán a la noche abierta,
refugio de mi ilusión,
a ti se quedó prendida
la flor de mi corazón.
Bordado con piedrecitas,
caminitos de mi amor,
al fondo una lucecita
de un misterioso interior.
Zaguán tibio iluminado
con panelitos de amor,
recuerdas a quien yo diera
mis labios y tu candor.
Si se detiene a tu puerta,
dile que ha quedado yerta
la flor que yo te ofreciera,
flor de la ilusión primera.
Recuerdos que no me nombran
su nombre y este tormento,
desapareces y siento
la sensación de su boca.
Acariciada su risa
con fondo de campanarios
y al traérmelos la brisa
me llaman a tu santuario.
Recuerdos que no me nombran
su nombre y este tormento,
desapareces y siento
la sensación de su boca.
Acariciada su risa
con fondo de campanarios
y al traérmelos la brisa
me llaman a tu santuario.
Como lastima la herida
de mirar por tu rendija;
no te encierres en tu noche,
no te cierres a mi vida.
Zaguán a la noche abierta,
refugio de mi ilusión,
a ti se quedó prendida
la flor de mi corazón.
refugio de mi ilusión,
a ti se quedó prendida
la flor de mi corazón.
Bordado con piedrecitas,
caminitos de mi amor,
al fondo una lucecita
de un misterioso interior.
Zaguán tibio iluminado
con panelitos de amor,
recuerdas a quien yo diera
mis labios y tu candor.
Si se detiene a tu puerta,
dile que ha quedado yerta
la flor que yo te ofreciera,
flor de la ilusión primera.
Recuerdos que no me nombran
su nombre y este tormento,
desapareces y siento
la sensación de su boca.
Acariciada su risa
con fondo de campanarios
y al traérmelos la brisa
me llaman a tu santuario.
Recuerdos que no me nombran
su nombre y este tormento,
desapareces y siento
la sensación de su boca.
Acariciada su risa
con fondo de campanarios
y al traérmelos la brisa
me llaman a tu santuario.
Como lastima la herida
de mirar por tu rendija;
no te encierres en tu noche,
no te cierres a mi vida.
Zaguán a la noche abierta,
refugio de mi ilusión,
a ti se quedó prendida
la flor de mi corazón.