¿Para qué, para qué forzar las cosas
Piénsalo bien
Para qué forzar las cosas?
Recuerdo muy bien todo lo que hicimos,
Lo que hemos vivido,
Y tú y yo escogimos
Quiero evitar caer en dramatismo
Dices "todo va a estar bien" pero no es tan sencillo.
Sí, puede ser, quizás sea otro de esos días malos,
Lejos de todo, hablando en español y atado a mi pasado.
Comprendo porque no les importaba
Y desvanecidos se refugiaban
Grabe sus rostros, obvié su faltas,
Terminé mi cigarrillo, nos fuimos a casa
Y después y después.
Dame un verdad para creer,
Una promesa de la cual depender,
Un secreto para guardar las armas para proteger
Si es que vale la pena.
Ahí va otra vez, el brillante genio incomprendido
Lleva a sus espaldas los diplomas y medallas
Y en su pecho un corazón vacío
Ninguno a su lado lo soportaba
Siempre hablaba de si mismo, siempre se quejaba
Tal vez muy tarde bajó su guardia
Le dijo "te necesito", ella no dijo nada
Y después y después.
Dame una verdad para creer,
Una promesa de la cual depender,
Algo que pueda reemplazar, regenerar, retroceder
-No me conmueve
Ya dejé de competir
Desde que los veranos de muerte se vuelven contra mí
Y las aves del campo y todo eso,
Entregarle mis cargas y todo eso
Es más fácil decir.
Y si tienes razón...
Tenemos tanto miedo a perder el control
Ya dejé de competir
Desde que los veranos de muerte se vuelven contra mí
Por siglos dimos vueltas en círculos
Me haré a un lado y me quedaré contigo.
Piénsalo bien
Para qué forzar las cosas?
Recuerdo muy bien todo lo que hicimos,
Lo que hemos vivido,
Y tú y yo escogimos
Quiero evitar caer en dramatismo
Dices "todo va a estar bien" pero no es tan sencillo.
Sí, puede ser, quizás sea otro de esos días malos,
Lejos de todo, hablando en español y atado a mi pasado.
Comprendo porque no les importaba
Y desvanecidos se refugiaban
Grabe sus rostros, obvié su faltas,
Terminé mi cigarrillo, nos fuimos a casa
Y después y después.
Dame un verdad para creer,
Una promesa de la cual depender,
Un secreto para guardar las armas para proteger
Si es que vale la pena.
Ahí va otra vez, el brillante genio incomprendido
Lleva a sus espaldas los diplomas y medallas
Y en su pecho un corazón vacío
Ninguno a su lado lo soportaba
Siempre hablaba de si mismo, siempre se quejaba
Tal vez muy tarde bajó su guardia
Le dijo "te necesito", ella no dijo nada
Y después y después.
Dame una verdad para creer,
Una promesa de la cual depender,
Algo que pueda reemplazar, regenerar, retroceder
-No me conmueve
Ya dejé de competir
Desde que los veranos de muerte se vuelven contra mí
Y las aves del campo y todo eso,
Entregarle mis cargas y todo eso
Es más fácil decir.
Y si tienes razón...
Tenemos tanto miedo a perder el control
Ya dejé de competir
Desde que los veranos de muerte se vuelven contra mí
Por siglos dimos vueltas en círculos
Me haré a un lado y me quedaré contigo.